Esto es ante la preocupación de que el uso generalizado de estos productos favorezca un aumento de las superbacterias, dijeron el lunes autoridades sanitarias.
Según la norma propuesta por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos, los fabricantes tendrán que probar que sus productos son más eficaces que el jabón común en la prevención de enfermedades y la propagación de infecciones.
Normalmente, los jabones antibacterianos contienen los químicos triclosán y triclocarbano, “que pueden conllevar riesgos innecesarios, dado que sus beneficios no han sido probados”, dijo la FDA en un comunicado.
Algunos estudios han indicado que estos jabones pueden afectar la función tiroidea, de estrógeno y de testosterona en animales de laboratorio, y aumentar la resistencia a los antibióticos comunes.
“Nuevos datos sugieren que los riesgos asociados a largo plazo por el uso diario de jabones antibacterianos pueden ser mayores que los beneficios”, dijo Colleen Rogers, microbiólogo de la FDA. “Hay indicios de que ciertos ingredientes de estos jabones pueden contribuir a la resistencia bacteriana a los antibióticos, y pueden tener efectos hormonales inesperados que preocupan a la FDA”.
La decisión de la FDA requeriría estudios que prueben directamente que un jabón antibacteriano proporcione un beneficio clínico con respecto al lavado con jabón no antibacteriano.
La FDA recibirá comentarios en los próximos 180 días antes de que la regla entre en vigor.
Los fabricantes tendrán un año para presentar los resultados de estudios científicos que respalden que sus jabones son antibacterianos. De lo contrario, deberán retirar los ingredientes activos antibacterianos o volver a etiquetar sus productos que aseguran ser antibacterianos.