Los activistas aseguraron que el Instituto Costarricense de Pesca (Incopesca) “otorga licencias de pesca de arrastre de camarón sin la evaluación de impacto ambiental correspondiente”, y que esto daña seriamente los ecosistemas marinos.
El vocero del Frente por Nuestros Mares, Erick Ross, indicó en un comunicado que el recurso presentado está fundamentado en criterios técnicos científicos y legales.
“Los especialistas coinciden, por unanimidad, en la destrucción que ocasiona la pesca de red de arrastre en la biodiversidad, ya que arrasa con los recursos vivos y no vivos que alberga el fondo marino y reduce las fuentes de alimento de muchas especies”, aseguró.
El Frente, que agrupa a diversas organizaciones locales, afirma que hay una “ausencia de regulaciones eficientes ante la sobreexplotación del camarón”, por lo que lo mejor es suspender la pesca por arrastre.
En el recurso, los ambientalistas solicitan que se ordene al Incopesca “prohibir en toda embarcación pesquera la utilización de redes de arrastre y que no se otorguen ni renueven las licencias para este tipo de pesca en el futuro” hasta que las autoridades costarricenses puedan ejercer un control efectivo de la actividad.
Randall Arauz, otro de los representantes del Frente, detalló que este tipo de pesca “reporta elevados porcentajes de captura incidental, es decir, que captura especies que no son su objetivo de pesca, lo que atenta contra la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos y la seguridad alimentaria del país”. De acuerdo con Arauz, estas presas incidentales son en su mayoría “individuos juveniles” que aun no se han reproducido.
“Son ejemplares menores a 20 centímetros de largo y con menos de 100 gramos de peso, lo que pone en grave riesgo la disponibilidad del recurso pesquero en el futuro”, afirmó.
Según los expertos, este arte de pesca en Costa Rica es la causa más importante de que el camarón esté dentro de las especies más sobreexplotadas del país.
Un estudio de 2011 de la Universidad de Costa Rica reportó que entre el 2009 y 2011 los porcentajes de capturas incidentales en el arrastre de profundidad oscilaron entre el 91,7 % y 99,9 % de la captura que desembarcaron los barcos camaroneros.
“Como los descartes se componen mayormente de peces juveniles podemos deducir que el arte de pesca utilizado por las embarcaciones camaroneras compromete seriamente la disponibilidad del recurso marino y el desarrollo económico de las comunidades costeras”, agregó José Luis Rodríguez, otro miembro del Frente.
El Frente por nuestros mares está integrado por organizaciones como Pretoma, la Federación Costarricense de Pesca, la Fundación Keto, MarViva, Promar, International Student Volunteers, Sea Save Foundation, The Leatherback Trust y Widecast, entre otras.