Según la agencia oficial Xinhua, que dio hoy detalles del plan 2013-2017 de acción contra el esmog, el número de nuevas licencias emitidas cada año en la capital pasará de las 240.000 actuales a 150.000 anuales entre 2014 y 2017.
De los 600.000 nuevos autos que circularán por las carreteras pequinesas en ese periodo, 170.000 deberán usar las llamadas “nuevas energías” como combustible (20.000 en 2014, 30.000 en 2015, y 60.000 cada año en los dos ejercicios siguientes).
Pekín considera que uno de los principales causantes de la elevada polución en la ciudad, frecuentemente envuelta en neblina contaminante, es el elevado número de autos que atasca sus calles, y que ha pasado de apenas 2 millones hace una década a 5,4 millones en la actualidad.
En 2013, Pekín comenzó a medir las partículas más pequeñas y nocivas de su atmósfera, aquellas con un tamaño en torno a las 2,5 micras, y como resultado han aumentado los días en que las autoridades han recomendado a los ciudadanos no salir de casa o no desarrollar actividades físicas en la calle.
La contaminación en ciudades como Pekín ha sido uno de los asuntos más debatidos y comentados este año en los medios chinos y las redes sociales, y ante ello las autoridades de la capital que fue olímpica hace apenas un lustro han lanzado varias medidas de prevención y reducción de la polución.
Por ejemplo, la ciudad prohibirá a la mitad de los automóviles circular durante un determinado tiempo si en tres días consecutivos los índices de contaminación alcanzan niveles alarmantes, mientras que a nivel nacional se considera suspender las clases en esos días de fuerte polución atmosférica.
La contaminación -también motivada por factores como el uso de carbón como principal fuente de energía en el país- ha hecho que la incidencia de cáncer de pulmón en ciudades como Pekín haya crecido un 56 por ciento entre 2001 y 2010, según los datos municipales.