Tener un gen de riesgo: lo que necesitás saber sobre tu salud y las pruebas genéticas

Los avances en genética están redefiniendo cómo percibimos el riesgo de enfermedades hereditarias. Con hasta un 72% de riesgo en portadoras de variantes patogénicas, saber si tenés un gen de riesgo puede ser el primer paso hacia la prevención y un futuro más saludable.

Concepto de estudio genético, imagen ilustrativa.
Concepto de estudio genético, imagen ilustrativa.Natali_Mis

Qué significa “tener un gen de riesgo”

En genética clínica, no se habla de “genes malos”, sino de variantes patogénicas o de riesgo.

Algunas alteran funciones clave y elevan de forma marcada la probabilidad de enfermedad (riesgo monogénico).

Otras suman pequeños efectos que, combinados, cambian el riesgo global (riesgo poligénico). Tener una variante no equivale a un diagnóstico: expresa probabilidad, no certeza.

Enfermedades más estudiadas y cifras clave

  • Cáncer de mama y ovario (BRCA1/BRCA2): variantes patogénicas aparecen en alrededor de 1 de cada 400–500 personas en la población general, y son más frecuentes en ciertos orígenes ancestrales. Estudios clínicos reportan riesgos acumulados de cáncer de mama a lo largo de la vida del 45–72% para portadoras, frente a ~12% de riesgo promedio.
  • Síndrome de Lynch (genes MMR como MLH1, MSH2, MSH6, PMS2): afecta aproximadamente a 1 de cada 279 personas. Incrementa el riesgo de cáncer colorrectal y de endometrio, entre otros; con seguimiento adecuado se reduce tanto incidencia como mortalidad.
  • Hipercolesterolemia familiar (LDLR, APOB, PCSK9): prevalencia cercana a 1 en 250. Sin tratamiento, el colesterol LDL elevado desde la infancia aumenta fuertemente el riesgo de infarto prematuro; con estatinas y cambios de estilo de vida, el riesgo se aproxima al de la población general.
  • Riesgo de Alzheimer (APOE ε4): no causa la enfermedad por sí solo. Un alelo ε4 duplica o triplica el riesgo relativo; dos copias lo elevan más, pero muchas personas con ε4 nunca desarrollan demencia y otras sin ε4 sí lo hacen.
  • Riesgo poligénico: los puntajes de riesgo poligénico pueden ubicar a 1–8% de la población en categorías de riesgo comparable al de algunas condiciones monogénicas para enfermedad coronaria o cáncer de mama, según grandes biobancos. Su desempeño varía por ancestría genética y calidad del modelo.

Cuándo conviene hacerte un test genético

Las guías de sociedades como la American College of Medical Genetics and Genomics y la US Preventive Services Task Force recomiendan priorizar la evaluación cuando:

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  • Hay varios familiares con la misma enfermedad, especialmente si ocurrió a edades tempranas.
  • Se combinan tumores relacionados (por ejemplo, mama y ovario, o colon y endometrio).
  • Existe hipercolesterolemia severa desde la niñez o infartos precoces en la familia.
  • Sos descendiente de poblaciones con variantes fundadoras conocidas. En estos escenarios, la consulta con genética clínica puede estimar tu probabilidad previa y elegir la prueba adecuada.

Tipos de pruebas disponibles

  • Paneles clínicos dirigidos: analizan genes con evidencia sólida para una enfermedad (por ejemplo, BRCA1/2 o paneles de predisposición al cáncer). Suelen incluir confirmación en laboratorio acreditado y asesoramiento genético.
  • Secuenciación exómica o genómica: útil cuando el cuadro es complejo o hay múltiples posibilidades. Genera hallazgos incidentales que requieren manejo.
  • Pruebas directas al consumidor: algunas detectan un subconjunto limitado de variantes. Autoridades regulatorias han autorizado ciertos informes, pero no reemplazan el análisis clínico. Un resultado “negativo” ahí no descarta variantes no testeadas. Los hallazgos positivos deben confirmarse en un laboratorio clínico.

Qué esperar del resultado

  • Positivo (variante patogénica o probablemente patogénica): confirma una predisposición; habilita medidas preventivas (cribado intensivo, quimioprevención o, en casos seleccionados, cirugía reductora de riesgo).
  • Negativo: reduce la probabilidad, pero no elimina el riesgo poblacional ni descarta variantes fuera del alcance del test.
  • De significado incierto (VUS): no cambia conductas médicas hasta que haya más evidencia. Requiere seguimiento de reclasificación.

Cómo se valida y qué evidencia respalda

Laboratorios acreditados siguen estándares internacionales de clasificación de variantes y control de calidad.

Meta-análisis y estudios de cohortes muestran que:

  • En BRCA1/2, programas de vigilancia (mamografías y resonancias magnéticas) detectan tumores más tempranos.
  • En síndrome de Lynch, la colonoscopía periódica disminuye la mortalidad por cáncer colorrectal.
  • En hipercolesterolemia familiar, el tratamiento intensivo reduce eventos coronarios mayores. La Organización Mundial de la Salud y redes oncológicas internacionales promueven estrategias de “cascada familiar” para identificar a parientes en riesgo, mejorando costo-efectividad y prevención.

Riesgos, límites y sesgos que tenés que considerar

  • Falsos negativos: paneles limitados o pruebas de consumo pueden pasar por alto variantes raras o tipos de mutación difíciles.
  • Interpretación: el contexto clínico y familiar es clave. La misma variante no implica igual riesgo en todas las ancestrías.
  • Privacidad y seguros: las normas de protección de datos y de no discriminación varían según el país. Conviene informarte antes de testearte.
  • Ansiedad y carga familiar: conocer un resultado positivo impacta en decisiones personales y en parientes que podrían compartir el riesgo.

Cómo actuar si tenés antecedentes

  • Reuní tu historia familiar hasta segunda o tercera generación: edades de diagnóstico, tipo de enfermedad, y si hay múltiples primarios.
  • Pedí derivación a genética médica o consejería genética. La evaluación previa suele ser más útil que testearse al azar.
  • Si el test se indica, confirmá que el laboratorio esté acreditado y que incluya asesoramiento antes y después del resultado.

Prevención y seguimiento: lo que sí cambia el pronóstico

  • Cáncer hereditario: adelantar y aumentar la frecuencia de tamizajes (por ejemplo, resonancia mamaria anual en alto riesgo), considerar medicamentos preventivos o cirugías en perfiles seleccionados.
  • Hipercolesterolemia familiar: tratamiento hipolipemiante intensivo y pesquisa en cascada de familiares de primer grado.
  • Riesgo cardiovascular poligénico alto: control agresivo de factores modificables (LDL, presión, tabaquismo, peso) logra reducciones de riesgo absolutas significativas, según estudios de cohortes.

Costos y acceso

Los costos varían ampliamente según el tipo de prueba y el sistema de salud. En personas con criterios clínicos, algunos sistemas cubren paneles dirigidos y la pesquisa en familiares.

Cuando no hay cobertura, programas de acceso y estudios de investigación pueden ser una vía, con consentimiento informado y límites de uso de datos.

Cómo decidir

Si estás evaluando testearte, pensá en tres preguntas: 1) ¿Hay un patrón familiar o personal que aumente la probabilidad previa? 2) ¿El resultado cambiaría tu manejo clínico hoy? 3) ¿Contás con asesoramiento para interpretar el informe y comunicarlo a tu familia?

Esa combinación hace que la información genética sea realmente útil y accionable.

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