Pez pipa de vientre arcoíris: peculiaridades de un pariente secreto del caballito de mar

Un miembro discreto de la familia de los caballitos de mar sorprende por su “embarazo” masculino y un abdomen iridiscente que funciona como señal. ¿Qué los une y qué los separa en evolución, reproducción y forma?

Pez pipa de vientre arcoíris, ilustración.
Pez pipa de vientre arcoíris, ilustración.Leda Sostoa, ABC Color

El pez pipa de vientre arcoíris, en pocas palabras

Dentro de la familia Syngnathidae—la misma de los caballitos de mar y los dragones de mar—hay peces pipa de arrecife que exhiben tonalidades brillantes en el abdomen.

Popularmente se los conoce como “de vientre arcoíris” por esa iridiscencia ventral que destaca cuando cambian el ángulo respecto de la luz.

Comparten con sus parientes el hocico tubular para succionar presas diminutas, un exoesqueleto de anillos óseos y un modo de reproducción que desafía expectativas: los machos llevan los huevos.

Un linaje compartido, dos siluetas muy distintas

  • Similitudes clave: todos los syngnátidos presentan cráneos alargados, boca sin dientes y alimentación por succión rápida; dependen del camuflaje y de movimientos discretos. Su biología reproductiva gira alrededor del cuidado paterno.
  • Diferencias morfológicas: el caballito de mar tiene el cuerpo acodado en ángulo recto y cola prensil para aferrarse a gorgonias o pastos marinos; el pez pipa es más alargado y rígido, con nado horizontal y, según el género, una cola poco o nada prensil. La bolsa incubatriz del caballito de mar es cerrada y compleja; en muchos peces pipa es ventral y abierta o “en canal”, lo que cambia el grado de protección y el intercambio con los embriones.

Crianza masculina en el mar: cómo funciona el “embarazo” del macho

En los syngnátidos, la hembra transfiere los huevos al macho durante el cortejo. Él los aloja en la superficie ventral o dentro de una bolsa, donde se produce fecundación, osmorregulación y ventilación.

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En caballitos de mar, la bolsa es altamente vascularizada y permite desde el aporte de oxígeno hasta el reciclaje de iones; algunos estudios describen formas de “patrotrofia” (transferencia de nutrientes del macho a los embriones), un rasgo inusual comparado con otros peces.

En peces pipa, ese grado de provisión varía según la especie: hay sistemas más “abiertos” que protegen físicamente sin llegar a una placenta funcional, y otros más cerrados que se acercan a esa condición.

Este embarazo masculino verdadero es único entre vertebrados y caracteriza al grupo, con implicancias en la selección sexual: los machos, al ser el recurso limitante por su capacidad de incubar, suelen volverse más selectivos y las hembras compiten por acceder a ellos, aunque en caballitos de mar hay casos de emparejamientos monógamos con cortejos sincronizados.

El vientre arcoíris como señal: advertencia, cortejo y camuflaje

La coloración iridiscente del abdomen se explica por células reflectantes (iridóforos) y la microestructura del tegumento, que descompone la luz en distintos ángulos.

¿Para qué sirve?

  • Atraer pareja y señalar estado: en parientes cercanos, hembras y machos responden a señales visuales de brillo y contraste durante el cortejo. Un abdomen más luminoso puede indicar buena condición corporal o un macho en fase de incubación avanzada, capaz de alojar otra puesta tras el parto. Revisiones sobre syngnátidos publicadas en Journal of Fish Biology y Behavioral Ecology reportan preferencias de pareja moduladas por ornamentación y por la “capacidad de bolsa”.
  • Comunicación de baja distancia: en hábitats con luz moteada (arrecifes someros y praderas marinas), destellos breves permiten reconocerse sin atraer depredadores a larga distancia. Esa señalización direccional, dependiente del ángulo, es efectiva a metros, no a decenas de metros.
  • Defensa ambivalente: el brillo puede romper el contorno del pez entre reflejos del sustrato y parches de arena o coral, un “camuflaje disruptivo” que dificulta fijar la silueta. También hay hipótesis de “deslumbramiento” al moverse, generando microdestellos que reducen la precisión de ataque de pequeños depredadores.

Lo que dice la ciencia sobre su parentesco y selección sexual

  • Genética y evolución: análisis filogenómicos ubican a peces pipa, caballitos y dragones en un linaje reciente dentro de los espinosos, con innovaciones repetidas en la bolsa incubatriz y en estructuras dérmicas. Equipos que publicaron en Molecular Phylogenetics and Evolution y Science han vinculado expansiones de genes relacionados con el desarrollo de la cara y del esqueleto dérmico a la diversidad de formas del grupo.
  • Selección invertida y roles: trabajos de A. Berglund, G. Rosenqvist y A. Kvarnemo, entre otros, documentaron que la inversión del cuidado hace que en varias especies de peces pipa las hembras compitan y los machos elijan; en caballitos de mar, la elección puede ser mutua, con danzas de cortejo y sincronía de partos que maximizan el tiempo de incubación.
  • Fisiología del embarazo masculino: estudios en Hippocampus y Syngnathus describen regulación de salinidad dentro de la bolsa, expresión de genes inmunes que “toleran” a los embriones y ajustes de intercambio gaseoso. En especies con bolsa abierta, esos procesos son más simples pero igualmente efectivos para proteger huevos en ambientes variables.

¿Por qué importa entender a un “pariente secreto”?

Los peces pipa de vientre arcoíris condensan la historia evolutiva de su familia: formas distintas que comparten una innovación reproductiva sin paralelo entre vertebrados.

Su abdomen iridiscente no es solo un detalle estético; es una interfaz entre comunicación sexual, supervivencia y el entorno óptico del arrecife. Entender esas señales ayuda a interpretar cómo la selección natural y sexual moldean estrategias vitales en mares que cambian rápido.

¿Conocías al pez pipa de vientre arcoíris?

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