Día Internacional del Árbol: cómo los árboles se comunican entre sí bajo tierra

Cada 28 de junio se celebra el Día Internacional del Árbol. Nuevas investigaciones revelan que los árboles se comunican entre sí a través de redes subterráneas de hongos. Conocé cómo funciona el “Wood Wide Web” y por qué es clave para proteger los bosques.

Abrazar a un árbol.
Abrazar a un árbol.Shutterstock

Cada 28 de junio se celebra el Día Internacional del Árbol, una fecha dedicada a reflexionar sobre la importancia de los árboles para el equilibrio ambiental y la supervivencia humana.

Más allá de su belleza y su capacidad para absorber carbono, la ciencia ha revelado que los árboles no son organismos solitarios: se comunican, colaboran y hasta se ayudan entre sí mediante una red subterránea tan compleja como fascinante. Es lo que algunos científicos ya llaman el “Wood Wide Web”.

Una red viva bajo nuestros pies

Lo que parece un simple sistema de raíces es en realidad una red cooperativa que conecta a los árboles entre sí a través de hongos micorrícicos. Esta simbiosis, conocida como micorriza, permite el intercambio de agua, nutrientes y señales químicas entre los distintos ejemplares del bosque.

Raíces de un árbol.
Raíces de un árbol.

Los hongos actúan como intermediarios: a cambio de los azúcares que reciben de los árboles, extienden sus filamentos bajo tierra para buscar nutrientes como nitrógeno y fósforo, que de otro modo serían inalcanzables para las raíces.

Árbol.
Árbol.

Este intercambio beneficia a ambos y fortalece al ecosistema en su conjunto.

Comunicación vegetal: advertencias y cooperación

Los estudios más recientes han demostrado que los árboles también usan esta red para comunicarse. A través de señales químicas transmitidas por las raíces y los hongos, pueden advertir sobre plagas, enfermedades o cambios en el entorno, activando defensas en árboles vecinos antes de que el daño llegue.

Hongos del suelo que conectan la vegetación en una red.
Hongos del suelo que conectan la vegetación en una red.

En situaciones de estrés, los árboles madre —los más grandes y antiguos del bosque— pueden enviar recursos extra a ejemplares más jóvenes o debilitados, mostrando un comportamiento que muchos científicos describen como una forma de “altruismo vegetal”.

Por qué esto cambia la forma en que cuidamos los bosques

Este descubrimiento tiene implicancias profundas para la conservación: cuidar un árbol ya no es suficiente. La salud de un bosque depende de la integridad de toda su red subterránea, incluidos los hongos que permiten esta colaboración invisible.

Micelio fúngico (Mycorrhizae) que proporciona una relación simbiótica entre plantas y hongos.
Micelio fúngico (Mycorrhizae) que proporciona una relación simbiótica entre plantas y hongos.

Alterar el suelo, talar árboles clave o introducir especies invasoras puede romper esta red y comprometer la resiliencia del ecosistema.

Por eso, entender el Wood Wide Web no es solo una curiosidad científica, sino una herramienta clave para desarrollar políticas forestales sostenibles y efectivas.

Celebrar al árbol como red de vida

El Día Internacional del Árbol no solo invita a plantar un árbol, sino a reconocer la inteligencia colectiva de los bosques y la manera en que los árboles se organizan y cuidan unos a otros. Bajo la corteza y el follaje, existe un mundo oculto de cooperación silenciosa que sostiene la vida del planeta.

Cuidar los árboles es también cuidar su lenguaje, sus conexiones y su memoria ecológica. Y al hacerlo, nos conectamos de nuevo con una naturaleza que no solo respira, sino que también se escucha.

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