Revelan un complejo mecanismo de defensa de las bacterias contra los virus que las atacan

Redacción Ciencia, 8 may (EFE).- Un equipo científico liderado por españoles ha descubierto un nuevo mecanismo de defensa de las bacterias que les permite protegerse contra los virus que las atacan, los bacteriófagos, un hallazgo esencial para desarrollar futuras terapias fágicas, es decir, tratamientos que usan virus para combatir infecciones por bacterias.

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La investigación, liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y en la que han participado la Universidad de Valencia, la Fundación Jiménez Díaz y la Universidad Libre de Bruselas, ha descubierto que ciertos elementos genéticos de las bacterias, llamados integrones móviles, funcionan como "islas de defensa" frente virus bacterianos (bacteriófagos o fagos).

El hallazgo es importante porque el mismo mecanismo que permite a las bacterias resistir el ataque de los virus, podría repeler las nuevas terapias fágicas, unos prometedores tratamientos que pueden ser la alternativa a los antibióticos, especialmente para combatir bacterias multirresistentes o superbacterias que son un creciente problema de salud global.

Los detalles del estudio se han publicado este jueves en la revista Science.

Los integrones son plataformas genéticas que permiten a las bacterias captar y acumular genes de distintas funciones, entre ellos los de resistir a los antibióticos. El estudio da un paso más allá al describir que también portan genes capaces de defender a las bacterias de terapias fágicas.

Estos genes, llamados "BRiCs" (por sus siglas en inglés), pueden otorgar a las bacterias protección contra diferentes tipos de virus y, en combinación con otros genes de resistencia a antibióticos, dotar a la bacteria de protección frente a fagos y antibióticos.

"Este descubrimiento amplía significativamente nuestro conocimiento sobre cómo las bacterias adquieren y mantienen sus defensas, destacando un mecanismo evolutivo más complejo de lo que se creía", subraya José Antonio Escudero, investigador del Departamento de Sanidad Animal y del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la UCM.

Dos años de estudios y experimentos in vitro

Para hacer este estudio, desarrollado durante más de dos años, los autores combinaron análisis bioinformáticos y experimentos in vitro.

Para descubrir estos nuevos mecanismos de resistencia a fagos exploraron la función de más de 120 genes bacterianos de función desconocida alojados en integrones.

La función antifágica de estos genes se testó en diferentes bacterias modelo frente a distintos tipos de fagos en condiciones controladas, confirmando su función defensiva en importantes patógenos humanos como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa.

Aplicaciones prácticas

Estos resultados son clave para la salud pública, sobre todo en un momento en el que la resistencia a los antibióticos es un problema creciente.

Si estos genes de defensa se siguen propagando rápidamente podrían hacer que la terapia con fagos —una alternativa prometedora a los antibióticos convencionales— pierda efectividad.

"Entender cómo se propagan estas defensas bacterianas nos ayudaría a anticiparnos y frenar la aparición de nuevas resistencias en hospitales y otros entornos clínicos", sentencia Escudero.

Las próximas investigaciones del equipo científico se encaminarían al estudio del origen evolutivo y a la epidemiología de estos sistemas defensivos en la naturaleza.

Asimismo, planean la caracterización detallada de estos sistemas de defensa.

Ambas aproximaciones, concluyen los investigadores, podrían ayudar a desarrollar estrategias para mitigar la diseminación y efecto de esos genes de resistencia a fagos.

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