Mi perro bebe mucha agua: ¿normal o señal de enfermedad?

El comportamiento de beber agua en exceso en los perros, conocido como polidipsia, puede tener diversas causas, algunas de las cuales son completamente normales, mientras que otras pueden ser señales de condiciones médicas subyacentes.

Perro tomando agua.
Perro tomando agua.Shutterstock

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Entender los patrones normales de consumo de agua es clave para determinar si tu perro puede estar experimentando algún problema de salud.

Consumo normal de agua en perros

En condiciones normales, un perro saludable debe consumir aproximadamente entre 50 y 100 mililitros de agua por cada kilogramo de su peso corporal al día.

Perro tomando agua.
Perro tomando agua.

Sin embargo, este rango puede variar según factores como la dieta, el nivel de actividad y el clima. Por ejemplo:

  1. Dieta: los perros que se alimentan de croquetas secas consumen más agua que aquellos que comen alimentos húmedos, pues la dieta seca requiere más hidratación para su digestión.
  2. Actividad física: los caninos activos y los que pasan tiempo al aire libre pueden requerir mayor cantidad de agua, especialmente en clima caluroso.
  3. Condiciones climáticas: durante las épocas de calor, es normal que los perros beban más agua para mantenerse frescos y evitar el sobrecalentamiento.

Razones normales para un incremento en el consumo de agua

Perro tomando agua.
Perro tomando agua.

Un aumento temporal en el consumo de agua puede ser normal debido a:

  • Ejercicio o juego intensos: después de mucha actividad física, los perros suelen tener más sed.
  • Climas cálidos: las altas temperaturas incrementan la necesidad de beber más agua.
  • Cambios en la dieta o medicación: algunos medicamentos pueden causar sed como efecto secundario y ciertos alimentos salados pueden incentivar una mayor ingesta de líquidos.

Posibles señales de problemas de salud

Si bien algunos incrementos en el consumo de agua son normales, un cambio repentino y sostenido puede ser indicativo de problemas de salud que deben ser evaluados por un veterinario, por ejemplo, la diabetes mellitus. El exceso de azúcar en sangre causa que los riñones eliminen más agua del cuerpo, causando aumento en la sed y en la cantidad de orina.

Otra posibilidad es la enfermedad renal. Los riñones dañados no son eficientes en concentrar la orina, lo que lleva a una mayor pérdida de agua y a un incremento en la necesidad de compensación mediante el consumo de líquidos.

Por otro lado, la enfermedad de Cushing, también conocida como hiperadrenocorticismo, afecta las glándulas suprarrenales de los perros, a menudo causando sed excesiva y aumento en la frecuencia urinaria.

También las infecciones del tracto urinario (ITU) pueden aumentar la sensación de sed y provocar la necesidad de beber más agua de lo habitual.

Y las patologías hepáticas pueden también ocasionar polidipsia en los caninos, junto con otros síntomas como notable pérdida de peso y apatía.

¿Cuándo consultar a un veterinario?

Es vital acudir al veterinario si observás que el incremento en el consumo de agua persiste durante varios días sin una causa aparente como el ejercicio o el calor, o si viene acompañado de otros síntomas como letargo, pérdida de peso, cambios en el apetito, o aumento en la frecuencia o volumen de orina.

Un diagnóstico temprano puede ser crucial para el tratamiento efectivo de condiciones subyacentes. Medidas como la observación detallada del comportamiento del perro y la anotación de la cantidad de agua que consume diariamente pueden ser valiosas para ayudar al veterinario a evaluar la situación.

Tener conocimiento sobre los hábitos normales de consumo de agua de tu perro y estar alerta ante incrementos inusuales es clave para mantener su salud.

Un excedente notable en la cantidad diaria de agua que bebe podría ser un indicador importante de que algo no anda bien y debe ser examinado por un profesional para asegurar el bienestar continuo de tu mascota.

 

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