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El huevo ha sido considerado un símbolo sagrado y poderoso en varias culturas desde la antigüedad. Las antiguas civilizaciones, como los persas y los egipcios, los intercambiaban durante festivales de primavera como un símbolo de vida nueva.
Este simbolismo se trasladó a las culturas europeas, donde los huevos también se asociaron con la fertilidad y el renacimiento de la naturaleza tras el largo invierno.
Con el advenimiento del cristianismo, la tradición de los huevos se fusionó con las prácticas religiosas de la Pascua. En la Edad Media, era común que las personas regalaran huevos durante la Semana Santa, simbolizando la resurrección de Cristo.
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El huevo, a través de su cáscara aparentemente inerte que contiene vida latente, resonó fuertemente con las enseñanzas cristianas de la resurrección y la vida eterna.
La ciencia de teñir huevos
Teñir huevos es una actividad común durante las festividades de Pascua en muchos países. Sin embargo, la ciencia detrás de este proceso es fascinante.
¿En qué consiste el proceso de teñido? Primero habrá que preparar el huevo, y para hacerlo, el mismo debe ser hervido para que la clara y la yema se solidifiquen, lo que facilita su manejo y reduce el riesgo de romperse.

La superficie del huevo, generalmente de carbonato de calcio, permite que los colorantes se adhieran fácilmente.
Los colorantes pueden ser naturales o sintéticos. Los naturales, como la cúrcuma, las bayas y los cafés, dejan colores más suaves. Por otro lado, los tintes sintéticos suelen proporcionar tonos más vibrantes.
La química del teñido reside en la interacción entre el colorante y la cáscara de huevo. La cáscara, compuesta principalmente de carbonato de calcio, puede reaccionar con los ácidos, muy comúnmente presentes en las soluciones de colorante.
El uso de vinagre en el proceso sirve para un propósito específico: acidificar la solución. El ácido acético del vinagre ayuda a eliminar pequeñas impurezas de la cáscara, allanando el camino para que el color se adhiera de manera más efectiva.
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Además, esta acidez también disuelve parte de la superficie de carbonato de calcio, creando una capa delgada en la que el colorante puede impregnar más profundamente, resultando en colores más intensos y duraderos. ¿Querés aprender a hacerlo?
Cómo teñir huevos de Pascua con tintes naturales
Huevos teñidos
Ingredientes
Materiales necesarios
- Huevos (preferiblemente blancos para una mejor absorción del color)
- Vinagre blanco
- Ollas y cucharas de acero inoxidable o vidrio (para evitar manchas)
- Recipientes o frascos de vidrio
- Papel toalla o trapos limpios
- Guantes de látex o caucho (opcional para evitar manchas en las manos)
Colores y sus fuentes naturales
- Rojo/rosado: remolacha o cáscaras de cebolla roja.
- Naranja: cáscaras de cebolla amarilla.
- Amarillo: cúrcuma o pimientos amarillos.
- Verde: espinacas o perejil.
- Azul: repollo rojo (que a menudo resulta en un azul celeste).
- Marrón: café o té negro
Elaboración paso a paso
- Para cada color, comenzar picando el ingrediente base en trozos pequeños. Colocar alrededor de una taza de este ingrediente en una olla junto con dos tazas de agua. Llevar a ebullición y luego reducir el fuego, permitiendo que la mezcla hierva a fuego lento durante 30 minutos.
- Una vez que el líquido haya alcanzado un color fuerte, colarlo para eliminar los sólidos. Agregar 1-2 cucharadas de vinagre blanco por cada taza de líquido para ayudar a fijar el color en el huevo.
- Cocinar los huevos previamente, dejándolos hervir durante unos 12 minutos. Una vez hechos, enfriarlos bajo agua corriente fría.
- Colocar los huevos cocidos en los recipientes que contienen los tintes. Asegurarse de que el líquido cubra completamente los huevos. Para obtener colores más intensos, dejar los huevos sumergidos durante varias horas o incluso toda la noche en la heladera.
- Una vez alcanzado el color deseado, sacar los huevos del tinte y colocarlos sobre papel toalla o trapos para que se sequen completamente. Evitar tocarlos mucho para no dañar el color.