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¿Plantas carnívoras? Las llamamos así para entender cómo una planta puede atraer, capturar y matar un animal para comérselo, explica el ideólogo del vivero más extraño en medio de Corrientes.
Parrilli cuenta que hay más de 800 especies de plantas carnívoras en el mundo, ¡un montón! Las suyas están agrupadas por orden taxonómico, es decir, por grupos.
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El primer grupo que muestra es el de las Sarracenias. Y todo el recorrido sucede en la oscuridad total de la noche, lo que hace a la experiencia aún más memorable. Para poder observarlas pide que se prendan las linternas de los celulares y se vaya apuntando a la gran y extraña familia de plantas que se tiene en frente.
En su recorrido por el lugar, además de hablar de lo que se ve, hace concienciación ambiental. Parrilli enfatiza que, parte de su trabajo es difundir qué especies se pueden cultivar en cada lugar para no provocar más desastres ecológicos. Esto en referencia a que en el Parque Nacional Nahuel Huapi de Argentina ya encontraron una carnívora exótica invasora, lo cual representa un peligro ecológico. Sobre algunas especies que tiene en su establecimiento, dice que tardan 5 años en poder florecer y después requieren polinización cruzada, por lo que necesitan de mucho para prosperar.
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Inclusive explica que, la primera especie que tuvo fue la Drosera capensis, que es sudafricana; la venden en algunas ciudades y hoy está sumamente contraindicada en la zona, ya que puede ser una plaga biológica importante, razón de más para dejar de tenerla.
Las plantas en acción
“Vamos a ver un montón de cadáveres dentro de esto, ¡no se angustien!“, advierte y divierte a los maravillados turistas que lo visitan. Lo siguiente es ver el montón de insectos muertos como polillas, moscas que se hallan en el interior de algunas plantas.
Parte del ”show" también es ver cuando las famosas Venus atrapamoscas “mastican” crisálidas.
Algunas hojas tienen forma de aguja, otras tienen forma de sierra, y algunas salen rojas. Son plantas pequeñas, que no llegan a crecer demasiado; su magia pasa por otro lado, no por el tamaño. Para comer, en verano tardan cuatro días en comerse una mosca.
Las plantas del vivero son todas adaptaciones, porque viven en realidad en suelos con muy poco nitrógeno. Mientras otras plantas, de las raíces van absorbiendo agua y nutrientes, estas sacan los nutrientes de los bichos que van comiendo, explica.
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Siguiente parada: las nepentes. “Les voy a pedir que traten de no tocarlas. Y si las tocan, que sea con conciencia. ¿Cómo es tocar una planta con conciencia? Vean qué están tocando, qué están acariciando. Son plantas que tienen muchísimos años y tenemos que tratar de quererlas sin que nos tengan que dar indicaciones", advierte al llegar al salón de las mismas.
Las nepentes son enredaderas que tienen hojas modificadas; parecen hojas normales, pero no lo son. El extremo de la hoja termina en un zarcillo, que es como un hilito botánico, y después termina en un “jarro asesino”. En estas plantas han encontrado restos de pequeños mamíferos, aves, reptiles. Gracias a las nepentes, a la mayoría de las plantas que comen algo les decimos plantas carnívoras.
Comenta que estas plantas, en su hábitat natural están en peligro de extinción porque viven en islas del sudeste asiático, y están desapareciendo por el cultivo de palma.
Nativas argentinas
En Argentina tienen 20 especies nativas de plantas carnívoras, comenta. Parrilli es investigador independiente y escribió el libro Plantas carnívoras de Argentina, donde cuenta hasta 20 especies y, solo en el Iberá, zona donde está ubicado el jardín botánico, tienen 15 de ellas. “Cuando estás navegando en el Iberá estás navegando arriba de plantas carnívoras acuáticas”.
Así llega el recorrido a una especie de estanque con plantas carnívoras de la región. Las mismas comen larvas de mosquito, un plus que las hace más que deseables.
Carnívoras Argentinas es también el nombre de un proyecto de investigación, divulgación y conservación con el que llegó a la National Geographic. El proyecto buscó utilizar las plantas carnívoras como herramientas innovadoras para la educación ambiental en las escuelas rurales del Iberá, y a a través del mismo llevó plantas carnívoras a las escuelas rurales del Iberá, en localidades como Mburucuyá y Loreto, con un laboratorio portátil.
Luego los chicos pudieron acercarse hasta su jardín botánico didáctico y aprendieron de las especies en general, aprendieron a propagar las especies nativas y después fueron con ellos mismos a reintroducir las mismas.
“Aprendieron a reconocerlas entonces valoran más sus ambientes naturales”.
Turismo científico y nocturno en el Iberá
Jurassic Plant es turismo nocturno con plantas carnívoras de todo el mundo. Las plantas carnívoras están en cultivo hace cientos de años y sus afiladas sierras y aspecto prehistórico las hace fascinantes a la vista, lo cual las convierte en un punto obligado para los ávidos turistas que busquen algo diferente en el Nordeste argentino.
Ya va por los 1000 visitantes desde que empezó hace tres años, y todos lo conocen en Loreto. Las visitas son para grupos de 8 a 8 personas por vez y te podés enterar de más visitando sus redes: @jurassicplant.arg
