El impacto del megaproyecto energético INNA en la astronomía mundial será “devastador, irreversible y no mitigable”, aseguró este lunes el Observatorio Europeo Austral (ESO) sobre el daño que causaría el complejo industrial en sus telescopios del norte de Chile, los más avanzados y productivos del mundo.
Lea más: La Luna se tiñó de rojo y estas son algunas de las imágenes más espectaculares del evento
“Hemos llegado a la conclusión de que el impacto de INNA va a ser devastador, irreversible y no mitigable si el proyecto se mantiene en el mismo lugar”, alertó la representante de ESO en Chile, Itziar de Gregorio, sobre la millonaria planta de producción de hidrógeno y amoniaco verde de más de 3.000 hectáreas que una subsidiaria de la estadounidense AES Corporation pretende instalar a entre 5 y 11 kilómetros de sus observatorios.

Según un informe presentado este lunes en Santiago, el proyecto aumentaría considerablemente la contaminación lumínica, las vibraciones del suelo, la turbulencia atmosférica y la emisión de polvo.
La organización intergubernamental líder en astronomía, con sede en Alemania, eligió establecer sus punteros telescopios en el desierto chileno de Atacama en 1999 por las “excepcionales” condiciones de su territorio y sus cielos, considerados los más oscuros y prístinos del planeta y que, según De Gregorio, “abren la última ventana al universo”.
La contaminación lumínica del INNA, según el informe, haría que el cielo chileno fuese un 35 % más brillante en el cerro donde se ubica el Very Large Telescope, el instrumento de astronomía terrestre más avanzado del mundo hasta ahora; un 5 % en la zona del futuro Extremely Large Telescope, que empezará a operar en 2030 y se convertirá en el mayor jamás construido; y un 55 % en los terrenos del Cherenkov Telescope Array, que la ESO empezará a levantar este año.
Lea más: Nave Crew Dragon llegó a la EEI para rescatar a astronautas atrapados por meses en el espacio
La única manera de mitigar el impacto del INNA
Las vibraciones y turbulencias atmosféricas generadas por el parque eólico, por su parte, pondrían en peligro la estabilidad que requieren los instrumentos astronómicos para funcionar y empeoraría la nitidez de sus imágenes, de acuerdo al estudio.

Además, la construcción del complejo energético incrementaría en un 75 % el contenido del polvo en el aire, lo que “producirá una degradación más rápida de la reflectividad de los espejos de los telescopios y reducirá el tiempo de observación debido a las labores de limpieza y mantenimiento frecuentes”, añadió la representante de ESO en Chile.
El informe de la entidad concluye que la única manera de mitigar el impacto del INNA en la astronomía es alejarlo entre 50 y 100 kilómetros del observatorio europeo.
“Estamos muy dispuestos a colaborar para ver cual es la distancia ideal para que puedan desarrollarse ambos proyectos”, reconoció De Gregorio.
Lea más: Incremento inesperado y acelerado del nivel del mar preocupa sobremanera a la NASA
El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región norteña de Antofagasta decidió seguir avanzando en la tramitación del proyecto a finales de febrero, pese a las críticas de gran parte de la comunidad científica mundial que en sendas declaraciones públicas defendió la necesidad de proteger la oscuridad del cielo chileno.
“Estamos en un momento en el que Chile requiere ordenar su territorio para que pueda existir la industria astronómica y otras industrias”, opinó De Gregorio, quien concluyó que “el futuro de la astronomía en Chile es muy prometedor si (el país) cuida sus cielos”.