Premios nacionales chilenos alertan del impacto de proyecto energético INNA en astronomía

Santiago de Chile, 29 ene (EFE).- Premios nacionales chilenos alertaron sobre el impacto del megaproyecto energético INNA de la empresa AES Andes, que se encuentra en tramitación ambiental, en los prístinos cielos del desierto de Atacama y en sus observatorios astronómicos con una carta firmada por 39 galardonados en distintas disciplinas.

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"Expresamos nuestra gran preocupación por el impacto que el mega proyecto INNA (...) podría tener sobre nuestros cielos prístinos y las instalaciones astronómicas de relevancia mundial que alberga nuestro país", advierte la carta, suscrita por personalidades como los reconocidos astrónomos María Teresa Ruiz y José Maza, o los escritores Raúl Zurita y Elvira Hernández.

"El proyecto de AES tiene muchos lugares factibles para su desarrollo, en cambio, replicar las condiciones atmosféricas excepcionales de Paranal y reubicar los telescopios es imposible", añade el comunicado, sumándose así a la propuesta hecha por los observatorios de trasladar las instalaciones energéticas a entre 50 y 100 kilómetros de sus telescopios.

Las condiciones geográficas y atmosféricas del desierto de Atacama, 1.300 kilómetros al norte de Santiago, lo convierten en un laboratorio único para la observación astronómica al poseer los cielos más prístinos y oscuros del mundo, siendo el de Paranal el que reúne las mejores cualidades, según un estudio de 2023 publicado por la Royal Astronomical Society.

El Observatorio Paranal, construido y operado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), ha logrado hitos astronómicos como capturar la primera imagen de un exoplaneta, confirmar la expansión acelerada del universo y contribuir a las investigaciones sobre el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la Vía Láctea que lograron el Premio Nobel de Física en 2020.

El millonario proyecto ingresado a evaluación ambiental el pasado diciembre por AES Andes, subsidiaria de la estadounidense AES Corporation, prevé ubicar una planta de producción de hidrógeno y amoníaco verde de más de 3.000 hectáreas a entre 5 y 11 kilómetros del este observatorio, el centro astronómico más productivo del mundo.

Como ya denunció a inicios de enero la ESO y recuerdan ahora los premios nacionales, la instalación del complejo industrial provocaría "impactos irreversibles" en la calidad del cielo debidos a la contaminación lumínica, el polvo levantado durante la construcción y las alteraciones atmosféricas de las turbinas de los aerogeneradores.

"Estas nuevas condiciones suponen la clausura de la ventana única que tiene la humanidad desde Chile, y dejaría al país como un anfitrión poco confiable al no cumplir con sus tratados", señalan los firmantes, entre los que también se encuentran los astrónomos Mónica Rubio y Guido Garay.

"Entendemos y compartimos la relevancia de avanzar hacia energías renovables para enfrentar el cambio climático. Sin embargo, este proceso debe realizarse de manera armónica ysustentable, sin comprometer legados únicos como nuestros cielos prístinos", concluyen los premiados.

Su denuncia se suma a la de astrónomos, científicos y académicos de todo el mundo, a los que recientemente también se unieron el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH) y el Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH).

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