El cohete Larga Marcha 2F impulsó la nave desde el centro espacial de Jiuquan, situada en un área desértica en el norte del gigante asiático, para iniciar una misión de seis meses, durante la cual los tripulantes realizarán investigaciones científicas y actividades extravehiculares.
Lea más: La estación Tiangong contará con la única mujer astronauta de China
La tripulación está liderada por Cai Xuzhe, quien ya participó en la misión Shenzhou-14 en 2022, y la acompañan los debutantes Song Lingdong y Wang Haoze.
Song sirvió como piloto en la fuerza aérea, mientras que Wang era ingeniera en la Academia de Tecnología de Propulsión Aeroespacial, informó este martes la Agencia Espacial de Misiones Tripuladas (AEMT) de China.
Lea más: China desarrolla ladrillos lunares para la futura construcción de bases en la Luna
Wang sigue los pasos de Liu Yang y Wang Yaping, las dos primeras astronautas chinas que viajaron al espacio en 2012 y 2013, respectivamente.
Durante su estancia en la Tiangong, los tres taikonautas (como se conoce a los cosmonautas chinos) llevarán a cabo investigaciones relacionadas con la construcción de hábitats en la Luna, utilizando ladrillos elaborados con material simulado de suelo lunar.
Esta es la octava misión tripulada que visita la Tiangong
China, el único país que hasta ahora ha alunizado en la cara oculta de la Luna, planea construir una base de exploración científica junto con Rusia y otros países en el polo sur de nuestro satélite.
La nave Shenzhou-19 se acoplará a la Tiangong en un lapso de seis a siete horas, donde los tripulantes convivirán con la tripulación de la Shenzhou-18, presentes en la estación desde el pasado mes de abril.
Esta es la octava misión tripulada que visita la Tiangong, que operará durante unos diez años y se convertirá a partir de este 2024 en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso por los lazos militares de su programa espacial, se retira este año tal y como está previsto.
Pekín ha reforzado su programa espacial con inversiones estratégicas, alcanzando logros como el alunizaje en la cara oculta de la Luna con la sonda Chang’e 4 y la llegada a Marte, siendo el tercer país en conseguirlo tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética.