Cargando...
El estudio, realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Ecología Aplicada de la Academia de Ciencias de China, utilizó un sistema de monitoreo automático continuo de alta frecuencia para medir las emisiones de N2O del suelo de un área típica de GVP en Shouguang, una importante zona productora de vegetales de la provincia de Shandong, durante un año.
Los investigadores descubrieron que la emisión anual de N2O del suelo procedente del sistema GVP era de unos 100 kg de nitrógeno (N) por hectárea.
Esta cifra fue mucho mayor que la de informes anteriores, que utilizaron métodos de muestreo manual de baja frecuencia que pueden haber subestimado las emisiones entre un 8% y un 17%.
Lea más: El año 2023 bate récords de temperaturas, concentración de CO2 y deshielo en la Antártida
El estudio, publicado en la revista Atmospheric Environment, demostró que las emisiones de N2O del suelo procedentes de los surcos, donde se aplicaba agua de riego y fertilizantes, eran significativamente mayores que las de los camellones (se amontona la tierra en línea), donde se plantaban las hortalizas.
Altos niveles de óxido nitroso por excesiva fertilización con nitrógeno y riego
Además, el riego provocó múltiples pulsos de emisiones de N2O a lo largo de la temporada de crecimiento, aumentando la tasa de emisión entre un 12% y un 396%.
Los investigadores atribuyeron las altas emisiones de N2O a la excesiva fertilización con nitrógeno y a las frecuentes prácticas de riego en los sistemas GVP, que mejoraron los procesos de nitrificación y desnitrificación en el suelo.
Advirtieron que a medida que el área GVP continúe expandiéndose rápidamente en China, las emisiones de N2O también aumentarán, lo que representa una seria amenaza para el clima global.
Pidieron más atención y medidas para reducir las emisiones de N2O de los sistemas GVP, como optimizar la gestión del riego y la fertilización.