La esfera metálica del centro de la Tierra es esencial para el planeta ya que genera el campo magnético que permite la vida tal y como la conocemos. Sin su protección, la superficie planetaria se vería bombardeada por radiaciones y vientos solares que arrasarían la atmósfera y harían inhabitable la Tierra.
Ahora, tras estudiar el interior planetario con la ayuda de sismógrafos, científicos de la Universidad de Utah han revelado que esta esfera metálica, de 2.442 kilómetros de diámetro (menos del 1% del volumen de la Tierra), no es una masa homogénea sino que está formado por diferentes “texturas”.
La investigación, hecha por Guanning Pang mientras realizaba el doctorado en la Universidad de Utah, ha permitido confirmar por primera vez que esta heterogeneidad “está en todas partes dentro del núcleo interno terrestre”, dijo Pang, ahora investigador en la Universidad de Cornell (Nueva York).
El estudio, cuyos detalles se publicaron este miércoles en Nature, se llevó a cabo con los datos del Sistema Internacional de Vigilancia (SIV), una red global de redes sísmicas creada en 1996 por Naciones Unidas para detectar explosiones nucleares.
Aunque su objetivo es hacer cumplir la prohibición internacional de las detonaciones nucleares, esta red ha sido de gran ayuda para los científicos y ha ayudado a desvelar muchos datos sobre lo que ocurre en el centro de la Tierra, los océanos y la atmósfera.
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