Un equipo encabezado por la Universidad del Tecnología de Melbourne (RMIT) confirmó en meteoritos de ureilita procedentes del manto del planeta enano, la existencia de lonsdateíta, mineral nombrado en honor de la cristalógrafa británica Dame Kathleen Lonsdale.
“Este estudio demuestra categóricamente que la lonsdaleíta existe en la naturaleza”, dijo McCulloch, de la RMIT y uno de los firmantes del estudio.
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Además, indicó que el equipo había predicho que la estructura hexagonal de los átomos de la lonsdaleíta la hacía potencialmente más dura que los diamantes normales, que tienen una estructura cúbica.
Los mayores cristales de lonsdaleíta conocidos hasta la fecha tienen un tamaño de hasta una micra, mucho más fino que un cabello humano, y su inusual estructura podría ayudar a avanzar en nuevas técnicas de fabricación de materiales ultraduros para fabricar piezas diminutas de maquinaria.
El equipo usó técnicas avanzadas de microscopía electrónica para capturar cortes sólidos e intactos de los meteoritos y crear instantáneas de cómo se formaron la lonsdaleíta y los diamantes regulares.