La investigación, realizada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, estudió el empleo de plasma de convaleciente durante la primera semana de los síntomas en pacientes que no necesitaban ser hospitalizados.
El equipo esperaba que esta terapia lograra "al menos una reducción del 10 % en la progresión de la enfermedad" en ese grupo de personas con, al menos, un factor de riesgo, pero la disminución observada fue inferior al 2 %, explicó el investigador principal de equipo, Clifton Callaway, de la Universidad de Pittsburg.
El investigador reconoció que ese resultado les "sorprendió" pues como médicos, querían que "supusiera una gran diferencia en la reducción de las enfermedades graves y no fue así".
El ensayo se desarrolló con 511 pacientes ambulatorios, con una edad medida de 54 años y algo más de la mitad mujeres, que acudieron a las urgencias con síntomas leves de covid-19 durante la primera semana tras la infección.
Además, tenían al menos un factor de riesgo para que la covid-19 pudiera progresar a grave, como obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedad cardíaca o pulmonar crónica. La mitad de los pacientes recibieron plasma de convaleciente y el resto un placebo.
A los quince días de tratamiento, los investigadores no encontraron "diferencias significativas", pues la enfermedad siguió progresando en el 30 % de los pacientes del grupo tratado con plasma, frente al 31,9 % en el grupo de placebo.
“Los resultados muestran que el plasma de convalecencia no parece beneficiar a este grupo en particular”, dijo Nahed El Kassar, uno de los coautores del estudio, pero esos resultados “pueden ayudar a que los investigadores estén un paso más cerca de encontrar tratamientos más eficaces contra esta devastadora enfermedad”.