Así se desprende del último boletín mensual sobre el clima publicado este jueves por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), que destaca las grandes diferencias de temperaturas registradas en el continente europeo durante el pasado mes.
En una amplia franja desde Islandia hasta el Mediterráneo y el Mar Negro las temperaturas se situaron por debajo de la media del periodo comprendido entre 1991 y 2020, mientras que en el oeste de la península ibérica y en el extremo oriental del continente el mes fue más cálido que de costumbre, señala el informe.
Abril comenzó con condiciones “inusualmente suaves en muchos lugares” de Europa y en una extensa región las temperaturas cayeron en picado en la primera semana, alcanzado mínimos históricos en partes de Europa occidental y central.
El descenso de temperaturas fue especialmente acusado en el Reino Unido, al ser el mes de abril más frío desde 1922 y en el que se dieron el mayor número de heladas desde que se tienen registros.
Además, también se apreciaron diferencias en cuanto a la media pluvial, dándose un mes más seco que el promedio en el oeste y el sureste del continente europeo, pero condiciones más húmedas que la media en parte de la península ibérica y en la mayor parte de Europa oriental.
A escala global, el mes de abril de este año fue más caluroso que cualquier otro abril anterior a 2010 y la temperatura media registrada fue 0,2 grados mayor que el promedio entre 1991 y 2020.
Las mayores anomalías se dieron en gran parte del noreste de Canadá y Groenlandia, oeste de Siberia y parte de Oriente Medio, donde las temperaturas medias estuvieron muy por encima de los valores regulares.
Asimismo, el informe indica que la extensión del hielo marino del Ártico fue la sexta más baja desde el inicio del registro por satélite en 1979.