El rollo, de unos 2.000 años de antigüedad, está escrito en griego antiguo, con la palabra “dios” en hebrero, incluye versículos del “Libro de los Profetas Menores”, entre ellos de Zacarías y Nahum, y fue descubierto en los acantilados del desierto de Judea por la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI).
El hallazgo “se produce 60 años después del último descubrimiento de rollos bíblicos en excavaciones arqueológicas”en la zona, tras encontrarse los famosos Manuscritos del Mar Muerto entre 1947 y 1956, unos 900 documentos de más de 2.000 años de antigüedad y de gran valor histórico con fragmentos de los libros del Antiguo Testamento.
“Cueva de horror”
Los expertos señalan que el manuscrito habría sido escrito por dos escribas distintos. Sus fragmentos “fueron recuperados” de la denominada “Cueva del Horror”, en la reserva natural de Nahal Hever, situada “a unos 80 metros por debajo de la cima” de un acantilado escarpado, y a la que “solo se puede acceder haciendo rápel” entre desfiladeros.
“Estos nuevos fragmentos que hemos encontrado son piezas que nos faltaban de un manuscrito que ya conocíamos”, y pertenecen a “un gran rollo” hallado inicialmente “en los años cincuenta” , explicó Beatriz Riestra, investigadora de la Unidad de los Rollos del Mar Muerto de la Universidad Hebrea que trabajó en los documentos.
Las cuevas donde se preservaron los rollos tienen condiciones climáticas interiores que permitieron “su conservación excepcional” , y “han sido blanco de saqueadores de antigüedades” en las últimas décadas, por lo que la AAI realizó una “operación nacional” para evitar que objetos de suma “importancia histórica” caigan en sus manos.