El trabajo, en el que participaron más de cien académicos de distintos países, entre ellos de España, está liderado por investigadores británicos y estadounidenses, y se publica este lunes en la revista Nature Genetics.
La anorexia nerviosa es una enfermedad grave que puede ser potencialmente mortal, recuerda en una nota de prensa el King’s College de Londres, que señala que sus síntomas pueden incluir un peso corporal peligrosamente bajo, un miedo intenso a aumentar de peso y una imagen corporal distorsionada.
Esta afecta a entre el 1% y el 2% de las mujeres y entre el 0,2% y el 0,4% de los hombres y tiene la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades psiquiátricas. La investigación identificó ocho nuevas variantes genéticas relacionadas con la anorexia nerviosa.
Fernando Fernández-Aranda y Susana Jiménez-Murcia, dos de los autores del trabajo e investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) en Hospitalet de Llobregat (España) , explican a Efe que cuando se mira a qué se asocian estas ocho áreas del genoma, se ve que se relacionan a otros trastornos psiquiátricos, a trastornos metabólicos o a situaciones relacionadas con aspectos endocrinos, índice de masa corporal u obesidad.
Ambos, asociados también al Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn) , señalan Efe que este trabajo pone de manifiesto, como ya se venía apuntando, la necesidad de ver la anorexia no solo como un trastorno mental, sino como una enfermedad con muchos factores implicados.
De ahí, añaden, que numerosas líneas de investigación de este Ciber, durante los últimos diez años, se hayan dirigido a dilucidar la interacción existente entre situaciones extremas de peso (de la anorexia nerviosa a la obesidad) así como los factores diferenciales y compartidos que presentan.
Para llegar a sus conclusiones, los científicos combinaron datos recolectados por la Iniciativa de Genética de la Anorexia Nerviosa y el Consorcio de Genómica Psiquiátrica.
De este modo, se incluyeron 16 992 casos de anorexia nerviosa y 55 525 controles de 17 países de Norteamérica, Europa y Australasia.
Según el estudio, la base genética de la anorexia nerviosa se solapa con rasgos metabólicos (incluido glucémicos) , lípidos (grasas) y antropométricos (medición corporal) , y esto es independiente de los efectos genéticos que influyen en el índice de masa corporal.
De igual forma, las variables genéticas implicadas en la anorexia nerviosa se asocian con otros trastornos psiquiátricos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia. Pero también, según este trabajo, estos aspectos genéticos influyen en la actividad física, lo que podría explicar la tendencia de las personas con esta enfermedad a presentar una elevada hiperactividad.
“ Las anomalías metabólicas observadas en pacientes con anorexia nerviosa se atribuyen con mayor frecuencia a la inanición, pero nuestro estudio muestra que las diferencias metabólicas también pueden contribuir al desarrollo del trastorno ” , confirma Gerome Breen, autor del estudio.
Además, “ nuestros análisis indican que los factores metabólicos pueden jugar un papel casi tan importante como los efectos puramente psiquiátricos ” , agrega este investigador del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres.
Para Cynthia Bulik, de la Universidad de Carolina del Norte, los hallazgos “ nos animan a encender la antorcha sobre el papel del metabolismo para ayudar a entender por qué algunos individuos con anorexia nerviosa vuelven a tener un peso peligrosamente bajo, incluso después de una nueva alimentación en el hospital ” .