“Va a ser una planta modelo, en condiciones de recibir certificaciones internacionales”, adelanta Martín Heisecke Artaza, director de Comfar, empresa paraguaya que inició sus actividades en 1977 con la importación y representación de medicamentos de laboratorios internacionales.

En su nueva planta, Comfar seguirá fabricando productos farmaceúticos. “Es el camino que tenemos que seguir, porque la industria farmacéutica es una industria muy rigurosa en sus prácticas de fabricación. Entonces, tenemos que ponernos a punto”, afirma. “Vamos a hacer una planta que nos va a servir para los próximos 20 años, porque va a ser una planta de última generación”, alega.

18 millones de dólares en inversión

En esta planta se va a concentrar toda la producción de Comfar en cuanto a sólidos, semi sólidos y soluciones. “Los sólidos son los comprimidos, tabletas y los polvos. Los semi sólidos son las cremas y las soluciones son los jarabes y las lociones”, detalla el director de la empresa.

En este rubro, todo lo que tiene que ver con fabricación de productos farmacéuticos pasa por un rigor de fabricación muy alto, por lo que implica una importante inversión en infraestructura, logística, equipamiento y tecnología de vanguardia.

“Aunque sean productos sencillos, por decirte Bucalex, que es nuestro caramelo y que conoce mucha gente. Estos caramelos se fabrican con un rigor muy alto, que hay que controlar, hay que limpiar las máquinas. Inclusive toda la red informática que soporta eso tiene que tener ciertas prácticas, cierta medida. Hasta en eso se controla. Ni hablar de lo que son los vestuarios, el control de aire acondicionado, el control de calidad de microbiología, de control de agua. Son muchas cosas”, detalla.

La salud en primer lugar

Con la pandemia, tanto el campo de la salud como de la medicina pasaron a ser temas preponderantes. “Siempre estuvo entre los primeros puestos, pero con la pandemia pasó a primer lugar”, opina el director de Comfar. “Aparte fue un fenómeno global. La gente empezó a aprender un poco cómo es todo este tema, que es muy complejo realmente, porque cuando hablamos de salud se tocan tópicos sensibles”, revela.

Para Heisecke Artaza, lo interesante de la pandemia es que arrojó una notoriedad sobre las acciones globalizadas que realizan. “Por eso, con nuestra planta lo que estamos buscando es capturar mercados internacionales. Nosotros ya estamos exportando a diversos países de la región, pero ahora vamos a apuntar a ingresar a los mercados principales”, augura.

Para lograr este objetivo construirán una planta que esté en condiciones de recibir certificaciones de Colombia y Brasil, que son las agencias más rigurosas de la región, pero también pensando en certificaciones de otros mercados importantes.

Por ejemplo, la tecnología principal que va a tener esta planta es en la parte edilicia. “Hoy en día las plantas ya no son más fortalezas de ladrillo y de hormigón, sino son plantas más prácticas. Tienen que estar diseñadas para que se puedan hacer los controles de la manera más práctica. Tienen que estar preparadas para crecer o expandirse, porque las certificaciones son también elásticas. Van cambiando año a año. Si hace 10 años se usaba tal esquema, hoy se usa otro”, explica.

Una planta tiene que estar en condiciones de adaptarse rápidamente a las nuevas modificaciones que se hacen. “Eso requiere toda una tecnología de construcción, de equipos que se usan que estén en condiciones de modificarse, porque nosotros no sabemos de acá a 10 años. Hoy, por decirte, se puede fabricar tal o cual producto en una misma planta y el año que viene o dentro de dos años ya hay una nueva práctica que dice que ya no se puede fabricar en el mismo lugar”, manifiesta.

Paraguay con buena referencia en el área

De acuerdo a la opinión del director de Comfar, Paraguay está una posición óptima en este momento como polo industrial de la región, por sus buenos costos, una base técnica excelente, base financiera y fiscal. “Paraguay está siendo reconocido como un lugar muy interesante para inversiones. Tenemos en el sector farmacéutico condiciones óptimas para convertirnos en un centro industrial relevante para la región”, opina.

Esta nueva mirada hacia nuestro país implica un desafío, para el cual hay que prepararse. “Es mano de obra paraguaya. También tenemos técnicos extranjeros que están viniendo al país a trabajar. Creo que se pueden lograr grandes cosas. Estamos apuntando a ser releveantes no solamente en el país, sino en la región”, sostiene el empresario.

Comfar emplea aproximadamente a unas 300 personas de manera directa. “Son personas que llevan el pan a sus casas gracias a empresas paraguayas, de capital nacional. Eso es importante”, indica.

Con la nueva planta farmacéutica en Mariano Roque Alonso, seguirán con el compromiso de brindar lo mejor. “Es un gran desafío para nosotros. Es un salto muy importante que tenemos que dar. Estamos buscando prestigiar al país”, indica. “Somos paraguayos. Somos muy orgullosos de ser paraguayos. No solamente estamos persiguiendo un crecimiento a nivel de empresa, sino un crecimiento a nivel de país. Demostrarle al mundo, al continente, a la región que estamos en condiciones de ser relevantes, de ser competitivos ofreciendo productos de primera calidad a toda la región y demostrar que Paraguay es un país pujante, que va para adelante con paraguayos”, finaliza.