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“Hay que fomentar en los jóvenes el amor a la patria y que se desempeñen siempre con honestidad en cualquier cargo o trabajo que ocupa”, resaltó el excombatiente de la Guerra del Chaco Juan Bautista Rojas Coronel de 102 años, durante una entrevista exclusiva con el diario ABC, en su residencia de Trinidad, Asunción al cumplirse el 85 aniversario del triunfo de la Batalla de Boquerón.
El héroe destacó que la batalla de Boquerón fue la primera de la Guerra del Chaco librada del 9 al 29 de setiembre de 1932. Recordó que pelearon bajo la conducción del Tte Cnel. José Félix Estigarribia quien era comandante de la Primera División de Infantería y de Luis Ayala de la Segunda División.
“Comenzamos el ataque el 9 de septiembre desde Isla Poí con un contingente de unos 5.000 hombres que término con el triunfo y recuperación del Fortín Boquerón. La estrategia envolvente “tipo corralito” dirigida por Estigarribia que no permitía la entrada de agua y alimentos al fortín paraguayo ocupado por los bolivianos fue muy importante para el ejército nacional”, resaltó Juan Rojas que nació en la compañía Peguaho, en Yaguarón, el 24 de junio de 1915.
Agregó que además de luchar contra el ejército boliviano también lo hicieron en contra de la naturaleza agreste y hostil del Chaco. Destacó que el uso del idioma guaraní fue clave para el éxito de la estrategia de defensa y ataque de los soldados paraguayos para comunicarse entre ellos, hecho que trajo confusión y desazón entre los bolivianos.
El héroe recordó que a los 17 años, junto a unos amigos y parientes de su edad, se presentó en la ciudad de Paraguarí para integrar el Ejército paraguayo. Partió con sus camaradas hacia el Chaco, en 1932 para formar parte del Regimiento R.I. 17 Yataity Corá, denominado por sus integrantes “Juru’akua”.
Manifestó que iniciaron la defensa en Camacho, hoy día Mariscal J. F. Estigarribia y luego pasaron hacia Del Carmen, utilizando el limitado transporte disponible en aquel momento. Pero los demás recorridos los hicieron a pie hasta Capiirenda, donde encontraron una pequeña laguna que sirvió para calmar la sed y retomar las fuerzas para seguir luchando en defensa del Chaco.
Enfrentó a los bolivianos en el lugar denominado Villa Monte, hacia la frontera con Bolivia, donde murieron muchos soldados paraguayos y también bolivianos. Fue allí que le sorprendió la firma de la Paz del Chaco el 12 de junio de 1935.
El benemérito dijo que por amor a su patria fue a defender el Chaco y gracias al inmenso aprecio y cariño de su familia actualmente recibe el mayor reconocimiento que un ser humano espera de la vida: “Sentir el calor de hogar, con el deber cumplido, disfrutar tranquilo y feliz del resto de sus días”.
Su compañera de vida fue Facunda Sosa Cáceres, con quien se casó y formó una familia. Tuvieron ocho hijos, cuatro de ellos siguen vivos. Es abuelo de 21 nietos, 55 bisnietos y 15 tataranietos, quienes lo rodean con amor. Según datos del Ministerio de Defensa hasta finales de agosto de este año, unos 250 veteranos de la Guerra del Chaco perciben una pensión cercana a los 4 millones de guaraníes mensuales.