A todo pulmón: ¡“Paraguay respira”!

“Necesitamos fiscales y autoridades honestos para combatir la deforestación”, afirma el presidente de “A todo pulmón, Paraguay respira”, Humberto Rubin. Resaltó que primero fue un sueño, luego una campaña y ahora una organización ambientalista consolidada que ya plantó más de 50 millones de arbolitos, desde el 2009 a 2015. La meta es llegar a plantar, mil millones de árboles.

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Un promedio de 60 hectáreas por día se deforestan en la Región Oriental de Paraguay desde hace más de 10 años, a pesar de que existe la ley de Deforestación “Cero”. Nadie paró en la cárcel en este tiempo y el gobierno carece de política de Estado sobre el tema.   

La Ley 2524, conocida como de “Deforestación Cero” para la región oriental, si bien se promulgó en 2004, entró en vigencia a partir de 2005. Nunca se cumplió, ya que desde que entró a regir en nuestro país, se arrasaron con 231.882 hectáreas de bosques en la región que corresponde a la zona de influencia de dos reservas y un Parque Nacional que forman parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAP), están totalmente desprotegidos y las autoridades no evitan la destrucción diaria de los recursos naturales del país, que abarca territorios de los departamentos de Amambay, Canindeyú, Alto Paraná, Itapúa, Paraguarí, Caaguazú, San Pedro, Concepción, Caazapá y Guairá.   

Humberto Rubín afirma que la intención de “A todo pulmón...” es hacer un llamado de atención hacia el grave problema que nos aqueja como sociedad: la deforestación, que llega a tener consecuencias nefastas en el cambio climático por la falta de bosques, como estamos viviendo actualmente con altas temperaturas e inundaciones cada vez peores.   

“Vamos a seguir trabajando con todos los sectores de la sociedad para tomar conciencia y unir esfuerzos para dar una respuesta efectiva a este gran desafío que tenemos”, significó. E invita a toda persona que quiera integrarse como voluntario a la fundación o desea sumar a su marca empresarial a apoyar los proyectos de reforestación. Pueden escribir a hola@atodopulmon.org o contactarse mediante las redes sociales, en Facebook, Twitter e Instagram @atodopulmonpy”.   

Rubín opina que la convergencia de lo natural y lo urbano, la incorporación de energías renovables y el uso sostenible del territorio son una necesidad creciente en el país y el mundo. Por eso, se debe estimular la conservación de estos verdaderos monumentos vivientes que proveen de oxígeno y preservan el ambiente para las generaciones futuras.

- ¿Cómo nace la idea de “A todo Pulmón, Paraguay Respira”?

- La idea nació en 1999, como un sueño, cuando viajaba con mi esposa Gloria y ella al ver pasar camiones transportando grandes rollos de árboles hacia el Brasil me dijo: “¡¿Acaso podemos estar impotentes ante tanta impunidad en nuestro país?! El rollotráfico se debe combatir. Están depredando y deforestando nuestros bosques, que son nuestro oxígeno natural. Tenemos que hacer algo”. Y, así un 19 de junio, del mismo año, Día del Árbol, empecé tímidamente a hacer campañas de concienciación ambiental, plantando árboles, para involucrar a la ciudadanía en proyectos de arborización y reforestación en la Región Oriental del Paraguay. Esto generó una respuesta muy positiva de todos los sectores de la sociedad para plantar árboles y buscar mitigar los altos índices de deforestación, transformando esta necesidad de acción en una causa nacional. Es así que se decidió transformar la campaña puntual, en una organización sin fines de lucro que continué con dicha iniciativa. Actualmente, es una organización consolidada sin fines de lucro, con una tenaz lucha contra la deforestación indiscriminada.   

- ¿Qué hace la organización que preside?

- Se implementa proyectos forestales integrales en conjunto con personas, grupos, instituciones educativas y empresas, plantando especies nativas y exóticas en plantaciones puras o en sistemas agroforestales, enriqueciendo bosques degradados y protegiendo bosques amenazados. Trabajamos en diferentes y variados proyectos en conjunto con otras instituciones como el Fondo de Conservación de Bosques Tropicales, “Sustentagro” con ADM, “Paraguay Biodiversidad” con Itaipú, “Reforestemos el Monday” con USAID. También llevamos adelante proyectos institucionales como programas de adopción de árboles, de voluntariado, brigada forestal. El Programa de embajadores ambientales, impulsa programas de educación ambiental, a través de campañas comunicacionales, talleres y capacitaciones. Algunas de las iniciativas de concientización que lleva adelante la institución son: Vivero escuela en el Parque Ñu Guazú, pasantías técnicas, campamento Paraguay Verde. En los programas de responsabilidad social ambiental empresarial realizamos capacitaciones a productores, concursos “Dibuja un árbol”, “Colosos de la tierra”. “A todo Pulmón” también apuesta al uso de nuevas tecnologías en pos de la transparencia y visibilidad de sus acciones a través de la Geo localización de los árboles reforestados y protegidos.   

También, incidimos en las políticas públicas, colabora con diferentes instituciones públicas en el diseño y ejecución de proyectos socioambientales, buscando sinergia entre instituciones y proyectos para que los impactos positivos sean maximizados y el alcance sea mayor.   

- ¿Cuáles son algunos ejemplos de las incidencias de la organización ambientalista que dirige?

- A Todo Pulmón es miembro de la CONADERNA (Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales), donde colabora con su experiencia, enfoque y conocimientos. Logró incorporar la plantación forestal en el Programa de Producción de Alimentos del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Ayudó a impulsar una campaña de reforestación liderada por la Municipalidad de Minga Guazú. A todo Pulmón, trabaja como aliado con las siguientes instituciones públicas: Secretaría del Ambiente (SEAM), Instituto Forestal Nacional (INFONA), Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ministerio de Educación (MEC), Fondo de Conservación de Bosques Tropicales, Ministerio de Obras Públicas (MOPC), Instituto de Previsión Social (IPS), Secretaria Nacional de Deportes, Secretaría Nacional de Turismo (SENATUR) y la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (CONADERNA). Además con las entidades binacionales: Itaipu y Yacyreta. Y muchas empresas nacionales y extranjeras con responsabilidad social.   

–¿Qué representa llevar adelante un emprendimiento ambientalista, que tiene gran impacto para la vida de la ciudadanía paraguaya y que tiene su impacto a nivel internacional?

–Mientras otros tiran abajo un árbol y los fiscales ambientales hacen la vista gorda, porque coimean, llevamos con mi equipo humano plantando más de 50 millones de árboles y otros tantos que faltan registrar. Mi sueño es llegar a plantar mil millones de árboles. Tal vez para esa época ya no estaré para ver, pero muchos niños van a poder respirar aire puro, ver que sus ramas están llenas de nidos, disfrutar de la sombra de un árbol en las calurosas tardes de nuestro país, donde tenemos un eterno verano.   

    Un árbol tarda unos 15 años para darnos una sombrita. Soy consciente de que una sociedad se hace grande cuando los que plantan árboles son mayores, porque no van a esperar su sombra. “A todo pulmón...” se enfoca de manera integral en la lucha contra la deforestación. Plantar árboles actualmente es apenas un porcentaje de nuestras actividades que hoy van mucho más allá. Trabajamos en educación ambiental, asistencia al sector productivo con asesoramiento técnico.   

–¿Por qué Humberto tiene la conciencia que les hace falta a las autoridades nacionales, para parar la deforestación de los bosques?

–La corrupción generalizada hace que muchas autoridades solo piensen en el presente. Por eso destaco la concienciación de que se puede combinar vaca, soja y árbol. El 25 por ciento se debe tener árboles, en el campo. Hace mucha falta darle fuerza a la policía forestal que se creó en el 2012, que tienen media camioneta, que no arranca nunca. Es importante enfatizar en el pedido al Congreso Nacional para equipar con helicópteros y camionetas a los policías. Precisamos 200 hombres y contamos con menos de 20, en total.   

Lamentablemente, mucha gente inescrupulosa está echando árboles, pero aún así estamos ganando la batalla, porque estamos reforestando, en todo el país. ” A todo pulmón...” cumple un rol facilitador y las instituciones públicas o privadas y la sociedad civil pueden trabajar de manera más coordinada compartiendo el conocimiento técnico y la experiencia de campo hacia un objetivo más grande, que no es solo individualista de cada institución.   

En “A todo pulmón...” con más de G. 3.000 millones 81% se destinan a los proyectos y 19% a gastos de administración y captación de fondos.   

Normalmente en las charlas se habla de deforestación, impacto y cambio de uso de la tierra. Ese enfoque no necesariamente llega a un chico del preescolar, por ejemplo. Por eso ahora buscamos hablar de los árboles como productores de alimentos, protectores del agua y del suelo, purificadores del aire. También es un desafío documentar las plantaciones hechas. Es decir, se busca con la ciudadanía cuidar lo que se ha plantado. Muchas veces la gente solo quiere plantar, pero luego se olvida.   

En el ámbito empresarial se pretende que, a la vez de empujar al desarrollo, las empresas tengan acciones favorables al medio ambiente, cumpliendo así con su Responsabilidad Social Empresarial para beneficio del Paraguay y el planeta.   

El “Coloso de la tierra” que premia a los árboles con más años de existencia, me emociona. Porque esos árboles gigantescos testimonian la protección de los árboles, “que no son otra cosa que el pulmón natural de la tierra y, por ende, la vida misma”. El concurso de los “Colosos de la Tierra” es organizado desde 2011, conjuntamente por “A Todo Pulmón, Paraguay Respira”, la Cooperativa San Cristóbal y la Universidad San Carlos, con la intención de premiar a los árboles más grandes del país. El objetivo principal de la actividad es concienciar a la población sobre la importancia de preservar los bosques nativos en general y a los árboles en particular. Porque premiando a los dueños o a las instituciones por su compromiso de conservar estos árboles, se estimula la conservación de estos verdaderos monumentos vivientes que proveen de oxígeno y preservan el ambiente para las generaciones futuras.  En diciembre del  2015 fueron distinguidos: Un lapacho rosado de 40 metros de altura ubicado en un bosque de Alto Paraná y un yvyrahû de 30 metros del predio de una escuela de Caazapá. El concurso, que se realiza desde 2011,  es una iniciativa de “A Todo Pulmón, Paraguay Respira” con otras instituciones que apoyan el emprendimiento.      Aunque los primeros lugares ocuparon dos, en la edicación 2015  se premiaron a los seis árboles más grandes de la región Oriental del país. El primer puesto en la categoría “Dentro de Bosques” fue para el lapacho rosado de 40 metros de altura, ubicado dentro de la propiedad de Humberto Engelwart, en el departamento de Alto Paraná.   

El segundo puesto correspondió para otro lapacho rosado de 38 metros de altura y el tercer puesto para el yvyrapytã de 25 metros de altura, ambos ubicados en la propiedad de la empresa Chololó Agroindustrial SA, en Canindeyú.   

El primer puesto en la categoría “Fuera de Bosques” se lo llevó el árbol Yvyrahû - Guajayvirai, con una altura de 30 metros y que está ubicado en el predio de la Escuela Básica N° 3626 “Emiliano R. Fernández” en el departamento de Caazapá. El segundo puesto en esta categoría fue para un timbó de 23 metros de alto que se encuentra en la propiedad de Roberto Zacarías, en Cordillera; el tercer puesto es para el yvapovõ de 20 metros de la comisión vecinal Trinidad Verde que se encuentra en plena vía pública en la ciudad de Asunción.  Este concurso distingue a los tres árboles más grandes en las categorías citadas, en proporción a su diámetro y altura. Los premios son en efectivo entre uno a dos millones de guraníes,  y placas de reconocimiento para los propietarios.      

–¿Recibió  muchas satisfacciones el emprendimiento que lleva adelante?

–A veces me quejo de los que opinan en el quinto poder que dicen: crece el bolsillo de Rubín, judío de mierda, y no los árboles... Es que nadie puede creer que una persona haga algo, sin plata de por medio.   

–¿Cómo se sostiene la institución?

–Desde 2016, contamos con un fondo para bosques que vamos a compartir, porque tenemos mucha trasparencia en el manejo de los diversos programas que llevamos adelante. El primer año tuvimos de Itaipú y Yacyretá unos 300.000 dólares. La gente de la embajada de los Estados Unidos nos dio más de 3 millones de dólares para reforestar parte del Monday. A más de seis años de aquella idea, nacida con perfume de mujer, estoy orgulloso de lograr que mucha gente en general y los empresarios, tengan la responsabilidad social de plantar árboles para dar oxígeno al Paraguay a fin de respirar aire puro.   

 –¿Qué se debe enfatizar en todo el país?

–Que las autoridades les den más valor al oxígeno y a la necesidad que tenemos de respirar aire puro. Y que se cumpla la ley de deforestación cero. Mientras tanto, asumo con mi equipo el compromiso de tener oxígeno para los nietos del presidente Horacio Cartes y para los fiscales coimeros.  

–Desarrolló varios programas. ¿Cuál le dio más satisfacción?

–El del río Monday. Todos me decían que es una zona muy inhóspita, muy difícil. También la premiación de árboles “colosos” con los universitarios. Descubrir que hay árboles que pueden dar 100 años de sombra si un tractor no los tira abajo. En fin, ya planté muchos árboles, escribí un libro, tengo 7 hijos de dos matrimonios, solo me resta presenciar fiscales y presidentes “colosos” que frenen la deforestación. Y una ciudadanía y empresarios que cuiden los cauces hídricos.   

 

    - Datos oficiales de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), desde 2011 a junio de 2015, Paraguay exportó en forma oficial 244.233 kilos de carbón vegetal al Brasil, principal mercado legal e ilegal de este producto. Según estimaciones de exfiscales y fuentes policiales, lo exportado legalmente al vecino país no representa siquiera el 20% de lo que realmente va cada año.   

   -El promedio de deforestación de la Reserva San Rafael reporta unas 23.000 hectáreas de bosques arrasadas cada año en la Región a pesar de que existe la Ley de Deforestación “Cero”, según reportes de la organización WWF.   

   - Apenas ocho guardaparques, varios de ellos sin otros recursos que sus propias motos, deben cuidar 75.000 hectáreas que hacen a la Reserva San Rafael (Caazapá-Itapúa) y Parque Nacional Ñacunday (Alto Paraná), amenazados día y noche por traficantes de rollos, sojeros y narcos que buscan ampliar sus plantaciones de marihuana.   

- Organizaciones civiles que se dedican a la protección de los bosques se sienten desamparadas mientras la Fiscalía, la Policía, la Secretaría del Ambiente (SEAM) y el Instituto Nacional Forestal (Infona) tiran cada uno para su lado, lo que demuestra una total falta de política de Estado sobre el tema. Mientras tanto, la deforestación no para sin que hasta ahora haya un solo responsable en la cárcel en todo este tiempo.   

 - Los guardarques del Parque Nacional Ñacunday, del Departamento de Alto Paraná, tiene que hacer todos los días gestiones para conseguir una casa en donde pasar la noche él y sus demás compañeros que trabajan en la protección de este parque, que tiene 2.000 hectáreas y con el plus del salto Ñacunday, una maravillosa cascada de 40 metros en medio del bosque.   

 - Una de las organizaciones que trabaja en la conservación de la Reserva San Rafael, es Pro Cordillera San Rafael (Procosara). Esta entidad, con recursos propios, paga a cuatro personas que trabajan como guardaparques, pero que oficialmente son monitores forestales. Como apoyo van dos guardaparques de la SEAM, con lo que suman seis personas que se turnan por día para el cuidado de 73.000 hectáreas que tiene la Reserva.   

 - Para llegar hasta el local de Procosara se debe pasar por extensas plantaciones de todo tipo de granos que abundan en la zona. La Reserva está ubicada a unos 450 kilómetros de Asunción, entre los distritos de San Rafael del Paraná, Tomás Romero Pereira, Edelira, Itapúa Poty, Alto Vera y San Pedro del Paraná, del departamento de Itapúa, y los distritos de Tava’í, San Juan Nepomuceno y Yuty del departamento de Caazapá. Dentro de la Reserva y alrededores -que aún conserva gran variedad de flora y fauna- se concentran varios asentamiento indígenas y campesinos, que por las desgracias de sus circunstancias, representan una parte importante del problema para la conservación de estos bosques.   

 - El Bosque Atlántico del Alto Paraná está asentada en una de las regiones consideradas más ricas en recursos naturales y la de mayor producción agrícola del país. Pero a la vez, es la que tiene las zonas de más alto índice de pobreza, sobre todo en los departamentos de San Pedro y Canindeyú, en donde cordones de asentamientos campesinos empobrecidos crecen a la par de extensiones agrícolas. Las tierras de la Reserva San Rafael se volvieron en objetivos de campesinos que buscan madera, de sojeros obsesionados con más terrenos para plantaciones y de los grupos narcos interesados cada vez más en instalar sus plantaciones de marihuana en una zona donde prácticamente no existe control estatal.   

  - Las intervenciones de otros organismos del Estado, como la Fiscalía Ambiental o la Policía, se dan de a ratos y ante una denuncia formal de los guardaparques o de las autoridades de Coprosara. En efecto, resulta complicado para la fiscalía medioambiental encargada de la Reserva hacer intervenciones más seguidas, teniendo en cuenta que la oficina de dicha dependencia fiscal se encuentra a 120 kilómetros de distancia de la Reserva, en Encarnación, en donde también está la oficina del Instituto Forestal Nacional (Infona), entidad que debe velar por la emisión y control de las guías forestales habilitantes para el traslado de maderas.   

        - Las zonas aledañas a las reservas conviven varias comunidades campesinas, que empezaron años atrás como asentamiento. Taguato’i es una de ellas y cuenta con un centenar de familias. El denominador común de estos alejados pueblitos son la pobreza, la falta de recursos (camino, luz, agua) y crecientes necesidades insatisfechas; ante este panorama, no es difícil caer en la tentación de desmontar los bosques, ya sea para vender la madera o lo que últimamente está ganando mayor mercado en la región; hacer de lo extraido carbón para venderlo hacia Brasil.   

- Datos oficiales de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), desde 2011 a junio de 2015, Paraguay exportó en forma oficial 244.233 kilos de carbón vegetal al Brasil, principal mercado legal e ilegal de este producto. Según estimaciones de exfiscales y fuentes policiales, lo exportado legalmente al vecino país no representa siquiera el 20% de lo que realmente va cada año.  

- Para los guardaparques o trabajadores de las organizaciones que trabajan en la protección de la Reserva, hablar de la marihuana está prácticamente prohibido ante los riesgos que se exponen si se filtran datos. En la memoria de todos ellos sigue latente lo ocurrido con Bruno Chevugi, un guardaparques Aché que trabajaba en la Reserva de Mbaracayú (Alto Paraná) para la fundación Moisés Bertoni. El 7 febrero de 2013, Chevugi fue asesinado cuando hacía patrullaje junto a otros compañeros sobre el río Jejuimí, que cruza toda la Reserva. Su cuerpo fue encontrado dos días después de la emboscada. Desde un primer momento, se especuló que su muerte fue orquestada por grupos narcos que estaban buscando ganar terreno en la zona del Mbaracayú para plantar marihuana.   

 - Desde 2005 hasta hoy nadie fue enviado a la cárcel por deforestación en Paraguay a pesar de que la Ley 716/96 de “Deforestación Cero”, que impone sanciones carcelarias de 3 a 8 años o multas a los infractores a delitos contra el Medio Ambiente. Así confirmaron desde la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna) del Congreso Nacional. El artículo 4 de esta normativa expresa que se sancionará con penas carcelarias (3 a 8 años) o multas a quienes “realicen tala, quema de bosques o formaciones vegetales que perjudicen gravemente el ecosistema” (inciso A).   

 - La Fundación Guyrá Paraguay era dueña hasta hace un tiempo de 500 hectáreas dentro de la Reserva San Rafael. En octubre de 2012, esta organización denunció el ataque a la oficina que tenía el organismo dentro de la Reserva, en la zona conocida como “Kanguery.” Tres desconocidos incendiaron el local de Guyrá, justo semanas después de que esta organización haya denunciado la plantación de marihuana en la zona. Tiempo después, la fundación cedió estas 500 hectáreas al INDERT.   

 - En la Reserva San Rafael, a unos 450 kilómetros de asunción, viven 15 comunidades indígenas. Las mismas, a la vez, poseen alrededor de 15.000 hectáreas que les fueron entregadas como parte del programa de la formación de la reserva en 1992. Bajo carpas y en condiciones mínimas de salubridad e higiene, los indígenas viven en el lugar y van desmontando cada vez más los bosques para alquilar sus tierras para el cultivo de soja o maíz, actividad prohibida por la normativa que les permite estar en la reserva. Sin embargo, cumplir las leyes ambientales es lo que menos se hace en estas 73.000 hectáreas de fauna, flora, pobreza e impunidad.   

        - En la Reserva Mbaracayú, departamento de Canindeyú -que también forma parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAP)-, esta misma situación se presenta, pero con las comunidades indígenas que viven, en los alrededores. Las tierras de las comunidades indígenas que están en los alrededores de Mbaracayú, que antes eran bosques, hoy se convirtieron en enormes sojales.   

- La Fundación Moisés Bertoni trabaja hace años en la conversación de la Reserva del Mbaracayú, en el departamento de Canindeyú, que posee unas 64.000 hectáreas. En el lugar, esta organización armó su propia escuela para formar a jóvenes campesinas e indígenas como técnicas agropecuarias. Actualmente, en la escuela están internadas unas 120 jóvenes, muchas de ellas son de grupos indígenas de la zona, que aprenden el manejo ambiental. El objetivo es que las jóvenes, entiendan que la tala de bosque y deforestación, atenta contra el ambiente.   

 

Nació el 10 de mayo de 1935, en la ciudad de Pilar, capital del Dpto. de Ñeembucú – Paraguay. Fueron sus padres de origen argentino: Luisa Scvartzman Chilchinisky e Isaac Rubin. Cónyuge e hijos: Casado en primeras nupcias con Ana Ortiz, con quien tuvo a Rossana (Pelusa Rubin), Héctor Luis Rubin y Mariana Rubin. Luego se casó con Gloria Beatríz Godoy, conocida como Gloria Rubín, ex Ministra de la Mujer. Con quien tuvo a Hermes Leonardo (Leo Rubin), Hernán Lautaro (Palo Rubin), Hugo Leandro Rubin y Lidia Rubin.   

 Tiene una vasta formación, trayectoria y experiencia en el área de la comunicación. Habiendo sido docente de la Escuela Municipal de Locución y décadas más tarde distinguido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Pilar.   

    Se inicia en el periodismo radial a fines de la década del 40, siendo apenas un adolescente (14), como cronista deportivo. Durante mucho tiempo fue animador y conductor de programas radiales en la mayoría de las radios existentes en aquella época en Asunción, tales como Charitas, Stentor, Emisoras Paraguay o Radio Guaraní, entre otras.   

    Viajó a Montevideo, Uruguay donde trabajó por espacio de varios años en Radio Carve. En los comienzos de la televisión uruguaya fue el primer rostro que apareció en la pantalla de canal 4 Saeta, de Montevideo. Allí también hizo teatro en la compañía de Juan Casanovas.   

    Volvió a su país, Paraguay y se hizo cargo de la dirección de Radio Comuneros, hasta la fundación de Z.P. 14 Radio Ñanduti el 29 de noviembre de 1962.   

    Humberto Rubín integró también varios elencos teatrales como la Compañía Báez – Reisófer Gómez. Formó luego su propio elenco teatral con el que puso en escena celebradas piezas de importantes autores universales. Junto con sus hermanos Armando, Arturo y su esposa Gloria, hicieron también en televisión la primera telenovela paraguaya.   

     Fundó junto al Gral. Pablo Rojas y el cantante Teófilo Escobar la nueva emisora Radio Ñanduti, el 29 de noviembre de 1962. Radio Ñandutí desde su creación ha innovado la forma de hacer radio en el Paraguay, a través de las transmisiones desde exteriores por línea telefónica, promoción de valores culturales mediante certámenes musicales a nivel nacional e internacional; propiciando la venida de estrellas del folklore y la música pop internacional.   

    Hacia fines de la década del “70” Humberto, adquiere las acciones de Rojas y Escobar, quedando como único propietario de Radio Ñandutí, momento desde el cual cambia el perfil de la emisora, eliminando la emisión musical, centrando el contenido de la transmisión en la permanente información, incorporando la modalidad del “micrófono abierto” que permitió a la audiencia expresar sus inquietudes directamente y adoptando una postura crítica al régimen dictatorial del ex presidente Gral. Alfredo Stroessner, que fue derrocado, luego de 35 años en el poder, en 1989, con un golpe militar, comandado, por su consuegro, el Gral. Andrés Rodríguez.   

    Esta línea de pensamiento y acción le ha costado a Rubín desde el secuestro de su carnet de locutor, al cierre definitivo de la emisora, pasando por insoportables interferencias a las transmisiones diarias. Además, un dañino asalto a la planta transmisora y otro terrorífico ataque a la sede central de Radio Ñandutí por parte de hordas alcoholizadas fieles al régimen del dictador, que munidas con piedras y armas de fuego redujeron a añicos todos los cristales del edificio en lo que se dio en llamar: “La noche de los cristales rotos de Radio Ñandutí”.   

 Según las empresas de medición de audiencia (Ybope y similares), Radio Ñandutí que transmite en Amplitud Modulada, ocupa el primer lugar en el horario matutino, de 05 a 12 horas. Esta emisora hoy integra el denominado Holding de Radio, compuesto además por la FM Concert radio única en su género que circunscribe su transmisión a la difusión de música clásica, jazz y de fusión. Otra integrante del Holding de Radio es la 95.5 FM Rock & Pop, que como su nombre lo indica centra su transmisión en la música de esos géneros y la 4ª componente es Radio Mburucuyá AM de la ciudad de Pedro Juan Caballero.   

Humberto escribió las letras de relevantes canciones paraguayas: “Vos y yo seremos todos”, con música de Alberto de Luque, que ganó el capítulo nacional del Festival OTI de la Canción y en la competencia internacional, en México, obtuvo el cuarto lugar. Otras canciones renombradas de Humberto son “En cualquier primavera” y “Canción para alguna vez”, esta última con música de Florentín Giménez, la cual constituye el himno de los festivales folclóricos de Ypacaraí. Con su socio Teófilo Escobar compuso, además, «Aguita Mansa” y «Canto a Mayo”, entre otras. Aparte de poeta, es un excelente recitador.   

Una característica de la multifacética personalidad de Humberto Rubín es su extraordinaria habilidad para la organización de mega eventos. Desde los primeros años de vida de Radio Ñandutí se recuerda el Primer Certamen Nacional del Folklore, del cual surgieron muchas figuras que enriquecieron el arte nacional en lo referente a la canción, la música instrumental, poesía y otras expresiones. El Festival Latinoamericano de la Canción, que trajo al país figuras de varios países sobre todo de Sudamérica.   

Otro evento que merece especial destaque, fue uno de carácter gastronómico que se llamó “Todo bicho que camina…” para el cual se vendieron 75.000 adhesiones, se acopió 37.000 kg. de carne (vacuna, porcina y de pollo). Logró acceder al Récord Guiness del año 2008 en la especialidad.   

Fue creador, con otros empresarios, del Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (Cerneco). Conduce desde hace varios años, con su hijo Hugo Rubín (parlamentario), el programa cultural y educativo televisivo: “El saber va Contigo. Viajó invitado por el Departamento de Estado a los Estados Unidos y, respondiendo siempre a importantes invitaciones, visitó Estocolmo, Madrid, Barcelona, Santiago de Chile y Alemania.

Fuente: RADIO ÑANDUTÍ - Registro: Diciembre 2011.                                     

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