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Repasemos esas conductas que subyacen en el subconsciente de todo ciclista, y que sin saberlo fueron observadas por nuestros tres bici-amigos, para luego presentarlos y reseñar sus logros.
Todo ciclista sabe que para realizar un paseo (proyecto) precisa tener una ruta (objetivo), y conocer mínimamente sus condiciones (estudio de mercado); así como, contar con una bici (recursos) que le permita andar (establecer algo). Sabe, además, que debe prestar mucha atención al terreno en el que avanza (calidad del producto, satisfacción del cliente, nuevas exigencias del mercado), durante el desarrollo del paseo (proyecto), pues ninguno está exento de riesgos (imprevistos), y que para que este le resulte agradable (rentable), es importante cuidar su resistencia (sostenibilidad); también que, si no está seguro de su itinerario (falta de planificación), debe revisar su ruta (objetivo); y, algo muy importante, que los paseos (proyectos) compartidos con otros (sean socios comerciales, consejeros, o equipo de trabajo), son más seguros y llevaderos.
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Dicho esto, nuestro primer biciamigo es Denis Rodríguez quien, con solo 26 años, fabrica las hermosas bicicletas urbanas ROD que, nos explica, surgieron como una alternativa de solución al caótico tráfico vehicular del Gran Asunción, luego de un estudio de mercado.
Fue hace 4 años cuando se percató que existían muy pocas opciones de bicis urbanas. Uno iba a una bicicletería, dice, y, al pedir una bicicleta para medio de transporte, “lo primero que te ofrecían era una mountain bike”. Con lo que uno pensaba, agrega, “cuántas montañas tengo que atravesar para llegar de mi casa al trabajo”. Por otra parte, las pocas urbanas que le mostraban, tampoco eran apropiadas para nuestro país, pues la mayoría “tienen ruedas finitas, son de un solo cambio, tienen frenos a contra pedal, entre otras cosas”.
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Así, siendo estudiante de diseño, proyectó un modelo de bicicleta que era un mix entre una urbana y una mountain bike, con el que arrancó su emprendimiento. La primera bicicleta que fabricó fue directo a Holanda. Vinieron luego los modelos 2 y 3; y, en breve, lanzará su primer modelo eléctrico (de creciente demanda).
El Model 1, su primer e innovador diseño que lleva ya más de 120 unidades vendidas, no solo se diferencia por sus componentes y accesorios, sino que también por su cuadro, que tiene un sistema de autosuspensión para absorber las imperfecciones del camino; además, es estéticamente diferente. En cuanto a sus componentes, tiene los cambios justos, de 7 a 8, para que sea fácil de utilizar por quienes no están familiarizados con ellos. Luego están los accesorios: guardabarros y patitas; portaequipajes; canastas o racks; y, portabultos para las bicicletas de turismo.
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Todos sus modelos de bicicletas son personalizados. Quien adquiera una ROD puede elegir su tamaño, aro, componentes y, principalmente, su pintura; para que ella sea única e inconfundible. Se busca “que la bicicleta sea como una parte del ciclista, una extensión de su cuerpo; que la persona que le conozca a un cliente le diga: esta bici es totalmente vos”.
Bici-envíos
Nuestro segundo biciamigo es Gustavo Estigarribia, quien es propietario y fundador de Bici-Envíos, una empresa de mensajería con bicicletas.
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Gustavo cuenta que su emprendimiento surgió de los consejos y del apoyo que recibió de Richard Ibarra (también un biciamigo y emprendedor), quien además de darle el primer empujón, le guió en la elaboración de protocolos y para definir la mejor manera de trabajar. Wilson Villalba fue otro amigo que le ayudó mucho y, con buenos consejos, experiencia y tenacidad, Bici-Envíos evolucionó, y se desarrolló.
Lo novedoso de su servicio es que lo realiza en bicicleta. Gustavo transporta documentos, paquetes, “cosas sencillas, cosas de todos los días”, que se deben llevar de un punto a otro del AMA. Se enorgullece de la eficacia de sus entregas; de la satisfacción de sus clientes y destinatarios; y, de que transporta hasta 25 kilos sin emisión de CO2.
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La bicicleta es su gran aliada, su compañera y el motor de su negocio, a más de resultarle un vehículo altamente eficiente. Es un medio ideal de transporte, nos dice, pues solo una lluvia importante o un calor muy marcado le impide circular con ella. Es ideal para el trabajo que desarrolla, ya que, a su bajo costo operativo, se suman otros beneficios.
Su actividad no está exenta de peligros, su principal desafío es la necesidad de espacios para desplazarse con seguridad, debido a que los ciclistas están muy expuestos (no cuentan con cabinas que les protejan, son víctimas del clima, de la polución, etc); pero, en compensación, le brinda beneficios físicos y económicos, y es plenamente amigable con el ambiente.
Café bike
Eduardo Espinoza, el tercer biciamigo del que me ocupo, combinó dos cosas que le gustan, la bici y el café, para fundar Café-Bike, con un concepto parecido al de Gustavo: repartir un buen café en bicicleta.
Su deseo de trabajar en algo que realmente le gustara y que le permitiera ser autónomo le llevó a establecer Café-Bike. Fue hace dos años, cuando renunció a su empleo con la intención de independizarse y, de modo a duplicar el pequeño monto de la liquidación que obtuvo, investigó, pensó y concluyó que las ventas callejeras eran su solución.
Sin una definición clara de lo que podría vender, a la semana de haber renunciado, fue hasta la Municipalidad de San Lorenzo y advirtió una gran demanda de café, jugos y sándwiches por parte de los funcionarios y personas que realizaban gestiones ahí y, al interiorizarse un poco más, descubrió que el margen de ganancia era grande. Ya sabía en qué tenía que enfocarse, pero no sabía cómo; y ese cómo se le reveló al recordar una publicidad de Shimano (en la que una bicicleta salta en un terreno montañoso con un carro detrás). Con su adorada bici, y un carro, podría realizar sus ventas sin esforzarse demasiado, y cumpliría sus sueños: ser freelance, andar en bici, y hablar con la gente para ofrecerle cosas.
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Siguió el diseño del carro en una herrería y, luego, empezó la venta de café, la que se incrementó con la ayuda de muchas personas que promocionaron su emprendimiento a través de las redes sociales.
Empezó frente a la Municipalidad de San Lorenzo, y como le fue bien se aferró a ese lugar, hasta que lo desalojaron unos funcionarios municipales; amplió entonces sus desplazamientos y puntos de venta, a pesar de que el carro era pesadísimo (en total, con la bicicleta y todo, tenía 108 kilos de peso), y que realizaba con él trayectos largos, como desde el Super Luisito del camino Ñemby-San Lorenzo, hasta el centro de Asunción (Panteón de los Héroes, Plaza de la Democracia). A pesar del esfuerzo, como estaba haciendo lo que él quería hacer, se sentía realizado, más aún con el apoyo que recibía de sus clientes.
Amplió su oferta de productos y se capacitó en el Centro de Entrenamiento del Emprendedor. Esto le ayudó muchísimo y cambió totalmente a Café-Bike, actualmente parado por la pandemia. Pero está a punto de levantarse “de entre las cenizas como el gato Félix” (al decir de una ilustre exdiputada colorada), con la forma de una sociedad (tres empresarios se sumaron a su emprendimiento) y, en días más, sus batallones repartidores de café estarían saliendo a las calles, y está pensado que lleguen a ciudades importantes del interior, pues su slogan es que “Café-Bike está donde vos estás”, es decir, donde la gente solicite un café. La idea es acaparar un poco más el mercado, y comenzar a dar empleo a la gente.
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Café-Bike trabaja con marcas nacionales y está capacitando a personas, para tener un estilo barista urbano-callejero.
En notas anteriores se destacaron las ventajas que el uso de la bicicleta aporta a la salud física y mental, así como al bienestar en general; ahora agregamos una que se nos había escapado y que Denis, Gustavo y Eduardo nos hicieron notar, la de motivar emprendimientos exitosos, que a más de generarnos recursos, o un trabajo digno, nos dan la satisfacción de ganarnos el pan de cada día con lo que nos gusta.