Cada vez que se habla de la economía del país, se menciona con insistencia acerca de la fortaleza lograda en la macroeconomía. Se insiste sobre que estamos bien en política monetaria, política fiscal, que el déficit será disminuido nuevamente, que la política monetaria, la deuda y los tipos de interés y otros agregados.
Se están llevando a cabo presentaciones del proyecto de ley De los créditos de carbono, firmado por varios senadores, en las que explican acerca de las bondades de este documento. Sus promotores insisten en sus loables objetivos.
El intento de crear el Ministerio de Economía en reemplazo del Ministerio de Hacienda responde a una serie de ideas contrarias a la libertad, pues, como dice el proyecto de ley, el nuevo órgano del Ejecutivo se encargará de formular y diseñar la planificación del desarrollo nacional.
Resulta suficiente concentrarse tan solo en un artículo, el 5º de las funciones y competencias del proyecto de ley que crea el Ministerio de Economía en reemplazo al Ministerio de Hacienda para comprender a cabalidad a qué se dedicará con especial énfasis este nuevo órgano del Ejecutivo nacional: formular y diseñar la planificación del desarrollo nacional.
Fue John Maynard Keynes, el gurú del intervencionismo estatal, quien introduce en la teoría económica la expresión “animal spirits” (espíritus animales). La usa en su libro “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, para referirse al optimismo de los mercados.
El persistente intento de este gobierno y de los anteriores de fijar el precio del pasaje del transporte público de pasajeros en el área metropolitana mediante la política de subsidios es la prueba de aquello que el filósofo y nobel de Economía, F.A. Hayek (Friedrich August von Hayek), afirmó como “fatal arrogancia” en su último libro.
A causa principalmente de la desconsideración sobre la importancia de las ideas de la libertad en nuestro país es que estamos en permanente incertidumbre en términos económicos y políticos. Esto causa pérdida de oportunidades, de recursos y tiempo.
El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sostiene de manera correcta que la ralentización de la economía a nivel mundial se encuentra afectando la creación de empleos y de mejores oportunidades para los países en desarrollo en especial. Esto es lo que ya sabemos y es el común denominador por parte de diversas fuentes privadas como públicas.
Lo que faltaba. Dictados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y ONG ambientalistas cuyo objetivo es dirigirse directamente contra los países que producen alimentos en general, tienen como propósito cortar las vías de crecimiento de los países emergentes para volverlos adeptos a agendas ambientalistas mediante el uso de la coerción que terminan por ser contrarias a los intereses de la gente.
A un grupo de diputados encabezado por Colym Soroka se les ocurrió presentar dos proyectos de ley cuya afectación se encuentra en directa relación con la producción y comercio de la soja en nuestro país. Y lo hacen precisamente en un momento donde se debería buscar un cada vez mejor ambiente de certidumbre jurídica.