El 20 de setiembre de 1840, un día antes de la primavera, dejó de existir un paraguayo auténtico: el Dr. José Gaspar de Francia, el conductor coherente y firme de la independencia del Paraguay. El Dr. Francia fue capaz, sin necesidad de repetir a Rousseau, de expresar el sentimiento de una colectividad que tenía un idioma propio y experiencias compartidas en el tiempo y en parte de un espacio que hoy lo conocemos como América del Sur. José Gaspar de Francia a los 19 años recibió, en la Universidad de Córdoba, el Doctorado en teología y Maestro en Filosofía propios de la alta educación de esa época dirigida a una pequeñísima demanda.
![emilio-barreto-y-el-teatro-en-la-carcel-de-emboscada-12831000000-1438212.jpg](https://www.abc.com.py/resizer/v2/https%3A%2F%2Farc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2FILMUOSLZBRFVLCQAP5EUSNMBH4.jpg?auth=1ff932d76f4838bbf724d2f99cf5d28857d693582e7d496f24fa5f249bf1bdac&width=270&height=175&smart=true)
A propósito de la inminente llegada a los cines porteños del filme Guaraní, el profesor José Morínigo recuerda su primer y remoto encuentro con el protagonista de la película, el actor Emilio Barreto, en esta historia que sucedió en la prisión de Emboscada
![Placa en el exterior de la sede del Departamento de investigaciones de la dictadura de Alfredo Stroessner (AFP)](https://www.abc.com.py/resizer/v2/3PFYHTZJZBEBDFS34CAMG5KSSY.jpg?auth=81da49ce2dff28c5ad9a7c044975408486e4ae602605c0d7a1840cbbb37cca58&width=270&height=175&smart=true)
Leí con mucha tristeza, en la página 5 del periódico del 4 de noviembre, que «Cartes reivindica al dictador Stroessner y hace intenso proselitismo en el Este». Como en ciertos filmes de terror, el muerto resucita para recordarnos lo que creíamos superado. Y encontré el siguiente artículo, que escribí para Acción, la revista de los sacerdotes jesuitas del Paraguay, en el 2002; creo que hoy no borraría una letra, aunque tampoco, sobre el tema, agregaría otra: