Hace unas semanas, gracias al empuje de las aguas del Pilcomayo que entran al Chaco de forma continua desde hace ocho meses, el río Montelindo se ha reactivado después de muchos años. Ahora tiene agua dulce, pero luego cambiará a agua salada, al menos en un trecho. Sus motivos tiene.
El avance de sedimentos arrastrados por las aguas del río Pilcomayo ya comenzaban a obstruir parcialmente el canal paraguayo en las cercanías de la Embocadura, por lo que se han adelantado los trabajos de limpieza.
El Estero Patiño, que se extiende en un área situada entre el Fortín General Díaz y la ruta Transchaco, fue uno de los primeros en recibir esta temporada el caudal del río Pilcomayo ingresado a través del canal paraguayo desde septiembre del año pasado. Pero, en las últimas semanas las aguas han avanzado muy lentamente en dicho terreno. Se calcula que se extienden unos 200 metros por día, de acuerdo a las observaciones que se hacen periódicamente en la zona donde está la punta de avance del caudal, explicaron en estos días a nuestro diario fuentes técnicas de la Comisión Nacional del Río Pilcomayo (CNRP).
En un hecho considerado histórico por lugareños y técnicos, las aguas del río Pilcomayo, que comenzaron a entrar en territorio paraguayo en septiembre pasado, cruzaron el Jueves Santo la ruta Transchaco, transportadas a través del cauce del río Montelindo.
A partir de conocerse hace unos días que Acepar, bajo intervención judicial desde finales de 2013, mantiene conversaciones con dos grupos, uno brasileño y otro paraguayo, interesados en el arrendamiento y la reactivación de la planta siderúrgica de Villa Hayes, empresarios y técnicos del sector metalúrgico se comunicaron con nuestro diario para expresar la necesidad de producir de nuevo acero en el país, y no depender tanto de la importación de este producto.
El cauce principal del río Pilcomayo siempre tiene agua, y es verdad que hay tiempo en que se puede cruzar a pie casi sin mojarse la rodilla, pero el agua no se corta, y la meta es que siga entrando también al Chaco paraguayo durante todo el año, y “vamos camino a eso”, según fuentes técnicas.
La posibilidad de reactivar de alguna forma la fábrica no se ha esfumado totalmente. Hay contactos de interesados privados, nacionales y extranjeros, dijo a nuestro diario el interventor judicial de Acepar, Ing. José Luis Vinader.
En la actual temporada, iniciada ya en la primera semana de septiembre del 2019, se calcula que ha ingresado a territorio paraguayo entre el 30% y el 40% del caudal que trae el río Pilcomayo desde las alturas de Bolivia para luego dispersarla en la región del Chaco, tanto en el Chaco argentino como en el nuestro. Esto indica que el reparto de las aguas es cada vez más equitativo entre Argentina y Paraguay, aunque sigue habiendo un amplio margen favorable a nuestros vecinos, coincidieron en señalar en estos días a nuestro diario fuentes técnicas de la Comisión Nacional del Río Pilcomayo (CNRP) y de empresas contratistas que trabajan en la zona denominada de la Embocadura.
La fundación del Puerto Pacheco, sobre el río Paraguay, como una iniciativa privada comercial en 1885, se desvió de su buen propósito inicial y sembró la semilla de la discordia entre dos países amigos, Paraguay y Bolivia, hasta entonces casi hermanos.
Los estudios topográficos y de otro tipo adjudicados el año pasado a una contratista están casi listos y los mismos servirán para pedir el permiso del Mades para reactivar algunos cauces hoy secos en el Chaco, según fuentes oficiales.