Isabel Rojas Escurra

Llegamos a la fase final de nuestra tarea educativa. Un periodo de logros, alegrías y buenos aprendizajes para la vida, en los que los valores humanitarios se hicieron eco desde diferentes aristas.

Llevando una vida saludable podemos evitar muchas enfermedades y sus complicaciones, además, contribuir a la armonía familiar y vecinal.

Necesitamos ser tratados con respeto. No existe motivo alguno para el maltrato en una sociedad civilizada. Lo fundamental que cada persona sea tratada dignamente respetando sus limitaciones.

Es muy importante el trabajo en el área de la psicomotricidad y músicoterapia desde el inicio mismo del año escolar, sin dudas, le facilita al niño ir desarrollando la atención, coordinación, discriminación, percepción, concentración, memoria, respeto, entre otros aspectos.

El deporte moderno se caracteriza por ofrecer igualdad de oportunidades para competir, un espacio interesante en el que el alumnado irá adquiriendo hábitos para estar en forma, superar obstáculos, liberar la agresividad, hacer amigos y vivir más intensamente.

Es tan importante aprender a ahorrar. La práctica del ahorro no es preponderante en nuestra realidad por diversos factores, sin embargo es bueno ir desarrollando este hábito tan beneficioso.

El docente debe darse el tiempo para escuchar al alumnado, dirigirse a cada niño en particular en las diferentes tareas; son las actitudes que motivan para el logro de objetivos.

Encaminar a los niños a valorar a las personas de edad también es una tarea dentro del quehacer educativo. Recordemos que son varias las etapas evolutivas del ser humano, cada una tiene sus peculiaridades a las que progresivamente nos habituamos.

Cada patología amerita una intervención y un tratamiento adecuado para que el niño vaya desarrollando sus capacidades en tiempo y forma.

Nuestros alumnos pueden presentar diferentes problemas de aprendizaje; por ello es preciso propiciar la participación de las actividades áulicas.