![el-giro-barroco-225825000000-1270112.jpg](https://www.abc.com.py/resizer/v2/https%3A%2F%2Farc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2FRASWN7EPRRAU5AELHJKBCE53BA.jpg?auth=d97322d935ea735a2ead2594e01289f91b732327f75ce102aef6e2293a22d614&width=270&height=175&smart=true)
El Museo del Barro (Grabadores del Cabichuí y Emeterio Miranda) alberga hasta este próximo miércoles la muestra «El giro barroco»: un impresionante conjunto de piezas jesuíticas y posjesuíticas pertenecientes a importantes colecciones de arte misionero. Piezas que ilustran las diversas facetas de un complejo momento histórico y artístico y expresan la resistencia del imaginario propio ante la imagen nueva y la forja de una original e imprevista forma sintética. Piezas que materializan intercambios transculturales y concretan las ricas metamorfosis estéticas y formales que estos intercambios implican. La muestra invita a pensar ese radical momento de giro en el que, a fines del siglo XVII, llega un modelo, el barroco, que sufrirá aquí imprevistas mutaciones. De esta fascinante y decisiva etapa de la historia del arte de las misiones jesuíticas habla en su artículo «El giro barroco» el doctor en Historia del Arte y director del Instituto de Teoría e Historia del Arte «Julio Payró» de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Darko Sustersic (Eslovenia, 1936), reconocido investigador de la cultura jesuítico-guaraní. Reproducimos, además, por completo, en dos entregas sucesivas (con lo que hoy, tras la primera, y hasta el próximo domingo, nos queda el suspenso del «continuará»), el valioso texto curatorial del escritor, antropólogo y crítico Ticio Escobar, «La línea barroca», gracias a la gentileza del autor.