En el marco de la Operación Escudo Guaraní, un avión AT-27 Tucano de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP) interceptó una aeronave irregular que sobrevolaba el sector norte del departamento de Concepción.
Pese a los reiterados intentos de comunicación, la tripulación de la aeronave sospechosa no respondió y decidió aterrizar en un camino rural. El Tucano realizó maniobras de vigilancia y cercó el área, lo que evitó su despegue.
Minutos después, los ocupantes descendieron y huyeron en dos camionetas -una blanca y otra gris-, antes de la llegada del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), que aseguró la aeronave abandonada.
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Actuación dentro del marco legal, asegura Fullaondo
Consultado sobre por qué no se disparó contra los vehículos en los que escaparon los presuntos narcotraficantes, el comandante de la FAP, general del Aire Julio Fullaondo, explicó que la institución actuó bajo los parámetros legales establecidos para el uso de la fuerza.
“Nosotros dejamos a la prosecución del procedimiento a cargo del equipo táctico del CODI que persiguió a estos vehículos. Es la situación que se presentó y es lo que aplicamos. El procedimiento es el empleo de los armamentos cuando esta representa una amenaza para la aeronave o para terceros. No se dio esta situación para la Fuerza Aérea durante el procedimiento”, mencionó.
Control del espacio aéreo y trabajo conjunto
Ante las críticas sobre los límites legales del accionar militar, Fullaondo sostuvo que la ley vigente permite a la Fuerza Aérea cumplir sus objetivos de erradicar los vuelos ilegales, aunque no quiso emitir una opinión más extensa.
“No es la misma situación de años anteriores, que no teníamos control del espacio aéreo. Estamos marcando presencia. Vamos a seguir conforme nos permita la ley”, afirmó.
El comandante también destacó que están trabajando en lograr una coordinación interinstitucional entre las fuerzas de seguridad y otras entidades del Estado para enfrentar el ingreso irregular de aeronaves vinculadas al narcotráfico.
“Quiero resaltar que es un trabajo conjunto de las instituciones del Estado. Es un problema que no podemos enfrentarlo solos”, dijo.
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Aeronave con matrícula boliviana
Fullaondo informó que la aeronave interceptada portaba una matrícula boliviana correspondiente a otro avión que dejó de operar en 2020, conforme a datos proporcionados por autoridades del país vecino.
