Conflicto por arena enfrenta a dos familias en Mayor Otaño

MAYOR OTAÑO, Itapúa. Un empresario arenero de esta localidad, Bernal Giménez Ferreira, denunció que pese a contar con licencia ambiental, no puede realizar su tarea de extracción de arena del río, por oposición de un grupo de vecinos. El hombre presentó un amparo para ingresar a su lugar de trabajo, pero aun así no puede, denunció Luz Giménez, hija del empresario. El sitio del conflicto está en la compañía Parejha de este distrito, distante unos 200 kilómetros al noreste de Encarnación.

Este es el banco de arena de donde, según la denuncia, miles de metros cúbicos de la materia fue extraída en forma ilegal.
Este es el banco de arena de donde, según la denuncia, miles de metros cúbicos de la materia fue extraída en forma ilegal.Gentileza

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De acuerdo a lo señalado por la denunciante, su padre lleva 27 años dedicándose al rubro de explotación de la arena, sin ningún inconveniente, pero el conflicto con los vecinos comenzó en el 2021, cuando lograron un acuerdo de venta a la empresa Ecomipa (para la construcción de la ruta “Granero de la Exportación”).

Entonces unos lugareños, entre quienes cita a Gloria Salinas y Celso Salinas, comenzaron a movilizar a los vecinos y a denunciar delito ambiental, y a impedirles seguir trabajando, con acciones y actitudes violentas.

“Jamás hubo irregularidades y ellos exageraban todo para ensuciarnos. Se demostró en su totalidad que siempre se trabajó en regla. Incluso se hizo un estudio de altimetría para demostrar lo mucho que creció el banco de arena desde que mi papá compró el lugar. Se le presentó todo a la fiscalía y se pudo resolver”, dijo.

Añadió que el lugar estuvo bajo el cuidado de su familia hasta el 2021, “hasta que por amenazas y persecuciones tuvimos que dejar de trabajar, por decisión de mi papá, ya que no daba más. La licencia se mantuvo, pero no volvimos a trabajar por culpa de esta gente”, señaló.

Técnicos del Mades realizan una inspección del lugar, meses atrás.
Técnicos del Mades realizan una inspección del lugar, meses atrás.

Giménez acusó a una concejal, Lourdes López (PLRA) y al intendente municipal, Leonardo Morínigo (PLRA) de apoyar a la familia Salinas. “Esta disputa viene de la mano de unos pocos que se autodenominan propietarios por vivir en la zona. Estos personajes no nos permiten acercarnos a nuestra propiedad y se toman el derecho de manejar a su antojo todo, pese a que contamos con un Amparo Constitucional”, sostuvo.

Acusó a la concejal y los vecinos liderados por Salinas de atropellar la propiedad. “Fueron enviados por el intendente para que supuestamente hagan una evaluación ambiental, siendo que eso a ellos no les corresponde por carecer de autoridad y falta de conocimiento ya que ninguno de ellos contaba con un registro profesional de ser ingeniero ambiental ni nada” dijo.

Sostuvo que cuentan con licencia ambiental, y que el su momento el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) hizo la verificación correspondiente, pero que los pobladores en forma prepotente “fueron a atacar a mis padres en su lugar de trabajo”.

“Cuando logramos demostrar que los denunciantes exageraban con la acusación y pudimos resolver el asunto legal. No tuvieron más remedio que empezar a atacarnos más, quemaron la casa que teníamos en nuestra propiedad y molieron a golpes a nuestro casero. La Municipalidad nos enviaba infinidad de notas donde nos prohibían incluso acercarnos a nuestra propiedad. No nos querían cobrar la patente comercial y muchas otras irregularidades”, manifestó.

Añadió la denunciante que terceras personas, con camiones de gran porte, extrajeron toda la arena del lugar, aparentemente en complicidad con los vecinos denunciantes, pues “Gloria Salinas tiene su casa en la altura misma de la arenera desde donde tiene toda la visión del lugar. Imposible que no haya visto nada, más de 90 mil metros cúbicos robados, imposible que eso se lleve en un día”, apuntó.

Vista satelital del sitio donde se encuentra el banco de arena, en la margen derecha del río Paraná, en Mayor Otaño.
Vista satelital del sitio donde se encuentra el banco de arena, en la margen derecha del río Paraná, en Mayor Otaño.

“Todo lo hicieron para poder ellos vender a escondidas, espero que la fiscalía haga bien su trabajo y los identifique”, dijo. Cuestionó que el intendente “no se pronunció ante el masivo robo de arena”, y no movilizó a su gente “como lo hizo con mi papá cuando trabajaba ahí”, expresó

Qué dice el intendente

El intendente municipal local, Leonardo Morínigo (PLRA), rechazó una presunta persecución hacia la familia Giménez Ferreira. “No apoyo a ninguna familia, solamente tratamos de proteger unas dunas que esta familia se encargó de destruir de manera totalmente irregular”, sostuvo el administrador comunal.

La autoridad municipal dijo no estar en contra de ningún tipo de trabajo, “pero esta gente realizaba esta actividad totalmente fuera de lo permitido”, afirmó.

“Realizaban la extracción con maquinarias pesadas directamente desde la costa del río con palas cargadoras y camiones de gran porte, y eso está totalmente prohibido”, afirmó. La duna de arena que había en el lugar ahora ya no existe, señaló.

Como consecuencia de esto, dijo: “hicieron desaparecer una duna de arena que había sido declarada de interés turístico departamental, y que ellos (Bernal), con sus contactos políticos, derogaron esa declaración”, cuestionó.

Respecto de si el empresario arenero cuenta con licencia ambiental para la extracción de arena, el intendente Morínigo sostuvo que tal documentación es irregular, y que ahora “están utilizando todos los medios para volver a explotar el lugar, y la denuncia que hacen es para lavarse las manos”, expresó.

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