Caacupé: monseñor Gogorza lamentó la permeable corrupción

Monseñor Ignacio Gogorza, obispo emérito de Encarnación, presidió la misa vespertina del octavo día del novenario de la Virgen de Caacupé. Durante su homilía lamentó que persista la corrupción en los ambientes públicos y privados.

Monseñor Ignacio Gogorza, obispo emérito de Encarnación presidió la misa verpertina del octavo día del novenario de la Virgen de Caacupé.
Monseñor Ignacio Gogorza, obispo emérito de Encarnación presidió la misa verpertina del octavo día del novenario de la Virgen de Caacupé.

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Monseñor Gogorza presidió la santa misa en el octavo día del novenario de la Virgen mediadora de los Milagros de Caacupé.

“Estamos en un mundo que nos propone la corrupción, que permea en muchos ambientes públicos y privados; la injusticia por intereses políticos o económicos, el hedonismo y la droga. Animémonos a superar la tentación de absolutizar determinados paradigmas culturales y dejarnos absorber por intereses personales”, resaltó.

“Ayudemos a los hombres de buena voluntad a dar mayor relieve a situaciones y acontecimientos que afectan a una parte importante de nuestro país, pero que ocupan un lugar muy marginal en el ámbito de la información a gran escala”, agregó.

Señaló que nos desinteresamos y eso es muy preocupante cuando algunos cristianos nos mostramos indiferentes frente al necesitado. “El señor buen samaritano nos interpela sobre el amor al prójimo, cualquiera que sea, preguntémonos entonces que podemos hacer juntos”, dijo.

Sinodalidad

El obispo recordó que el papa Francisco nos invita a la sinodalidad que significa “caminar juntos como pueblo de Dios”, según refirió. “Podemos ser constructores del reino de Dios en el mundo de hoy, reino de amor, de justicia, de paz. Es la misión que el señor nos confía como iglesia y por ello, es importante sentirnos unidos en la oración y en el caminar. De esta manera damos testimonio que es posible vivir en medio de dificultades”, dijo.

“Pedimos a nuestra madre María que interceda por nosotros, que nos conduzca a caminar con su hijo Jesús para ser fieles discípulos en una iglesia unida”, expresó.

En otro momento de su alocución monseñor Gogorza también pidió a los feligreses dejar de lado el individualismo, el protagonismo personal, los celos, la envidia, todo aquello que divide a consecuencia de la falta de oración, una oración auténtica que nos ayude a descubrir la voluntad de Dios.

“En la oración como en el caminar no podemos avanzar solos, porque la gracia de Dios,más que hacerse a medida individual, se difunde armoniosamente entre los creyentes que nos amamos. La oración es el oxígeno de la sinodalidad.

“Cuando decimos padre nuestro resume dentro nuestro nuestra filiación, pero también nuestro ser hermanos. Sin oración la comunión se queda sin oxígeno y no avanza, porque impedimos el viento del Espíritu Santo empujaría hacia adelante”, indicó.

“Preguntémonos ¿Cuándo rezamos unos por los otros? El señor ha rezado para que forcemos una sola cosa. No somos del mundo porque intentamos vivir con valores que contemplamos en la persona de Jesús y en sus enseñanzas”, agregó.

Añadió que los valores como el amor que respeta y valora a la persona de Jesús y de sus enseñanzas son valores que se tienen que respetar. Como el amor que respeta a la persona sea quien fuere, la justicia mediante la cual entre nosotros y con los más necesitados experimentamos en la epidemia del Covid con las ollas populares y otros diversos servicios, la compasión, la acogida, el perdón etc.

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