Sinner ante la revancha

Málaga, 22 nov (EFE).- Las pretensiones de Australia de acabar con el maleficio que le persigue durante veintiún años y ganar por fin su vigésima novena Ensaladera se topan con inspiración de una Italia que pretende rentabilizar la aportación al equipo del número uno del mundo Jannik Sinner para ampliar su historial y marcar una época.

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Tiene el combinado oceánico, autor de una de las sorpresas del torneo tras dejar fuera a la aspirante Estados Unidos, otra ocasión para asaltar el trono y reducir la distancia histórica que mantiene con el equipo norteamericano. Australia es el segundo país con más éxitos en la Copa DAvis con solo tres menos que su rival estadounidense.

Es la del sábado un duelo con pinta de final. Es la misma final del 2023 adelantada un tramo, en este mismo escenario y con mucho en juego. Referentes históricos para ambos. El conjunto de Filippo Volandri que se deshizo de Argentina gracias al liderato ejercido por Sinner, aspira a alcanzar dos finales consecutivas por primera vez desde 1980 y recuperar ese momento, cuando desde 1976 a ese año llegó a cuatro finales.

Australia, por su parte, está a un triunfo de llegar a su tercera final seguida. No ganó ninguna de las anteriores. La otra vez que sucedió esto fue en el 2001, una etapa en la que llegó a cuatro pujas por el título con dos victorias.

Sin embargo, las dos últimas acabaron con malas noticias para el combinado de Lleyton Hewitt que formo parte del equipo que consiguió la última Ensaladera para Australia, en el 2003. Después, todos los intentos han sido fallidos.

Sinner marca la pauta del duelo. El número uno del mundo es desequilibrante en esta situación. Trece victorias seguidas lleva en individual. Ahora tiene previsto un cara a cara con Alex de Miñaur, refuerzo de última hora del combinado oceánico. Se subió con el tren en marcha casi. Fue designado ya con los equipos en Málaga.

El noveno jugador del mundo, sin embargo, perdió su primer duelo individual del evento con Taylor Fritz, cuarto del ránking ATP. Sinner está en el mejor momento de su carrera y en una superficie casi a su antojo. Además, acude al rescate si la ocasión lo requiere para el dobles. Ocurrió el pasado año, ante Serbia y el jueves, junto a Matteo Berrettini. En ambas salió bien la idea de Filippo Volandri.

El mal papel de Volandri contra Francisco Cerúndolo en el primer individual levanta las dudas en Italia. La posibilidad de que su lugar lo ocupe Berrettini es una opción a tener en cuenta.

Australia, visto el panorama y la autoridad que muestra Sinner, se aferra al momento de su número dos, Thanasi Kokkinakis para contar con opciones. Ganó a Ben Shelton en el choque contra Estados Unidos y fue clave para arrebatar la victoria al combinado norteamericano.

Italia y Australia se enfrentará por decimocuarta vez. la ventaja es de Australia que han ganado ocho de ellos, incluidas las finales de 1960, 1961 y 1977 pero la última la del pasado curso, fue para el cuadro europeo.

“El duelo es muy impredecible. El jueves vimos cómo pueden desarrollarse los partidos. Nosotros intentamos jugar lo mejor posible y hacer un buen trabajo en equipo, el resto no lo podemos controlar”, opinó Jannik Sinner sobre el choque con Australia.

"Siento que soy muy fuerte mentalmente. Ya sabes, mentalmente, cuando juego para Italia, siento que tengo una energía extra.", opina Matteo Berrettini. “Todo se trata de eso. Creo que se trata de poner el corazón; cuando juegas y miras a tus compañeros a los ojos y sientes que ellos quieren estar ahí y que tienes que jugar por ellos también, porque ellos podrían jugar ahí”.

Por su parte, el capitán de Australia, Lleyton Hewitt se muestra prudente ante la cita del sábado. “Obviamente, son un equipo de calidad y uno de los equipos más duros aquí, sin duda. Sí, estaremos a la altura del desafío. Pero tampoco será más fácil que el año pasado”, aventura.

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