El plantel llegó al aeropuerto de São Paulo esta mañana y fue trasladado directamente a la Academia en micros para un rápido encuentro. Una vez liberados, la mayoría de los futbolistas y el staff partieron de las instalaciones a bordo de sus vehículos particulares. Solo el capitán paraguayo Gómez y el mediocampista uruguayo Emiliano Martínez eligieron volver a sus domicilios caminando.
La tristeza se hizo tangible por la ausencia de hinchas que se acercaran a recibir o dar apoyo al equipo después del duro golpe en Perú. Aunque Gómez vive en un complejo residencial cercano, su elección de marcharse a pie simboliza la pesada carga emocional que conlleva la derrota final. Es un momento de silencio y reflexión obligada para toda la institución.
No hay tiempo para el luto, pues Palmeiras debe concentrarse de inmediato en el Brasileirão, donde tiene un partido crucial este miércoles. El Verdão se enfrentará a Atlético Mineiro y necesita imperiosamente una victoria. Además, deberá esperar un tropiezo del Flamengo para poder mantener vivas sus mínimas chances de luchar por el título en la última jornada.
